Corea del Norte redobló su andanada de pruebas armamentistas al disparar tres misiles más, incluyendo uno intercontinental que obligó a residentes del norte de Japón y de una isla surcoreana a refugiarse en búnkeres subterráneos.
En respuesta, Corea del Sur y Estados Unidos decidieron extender maniobras militares en marcha esta semana, las mayores realizadas jamás por estos países, pese a que Corea del Norte las ve como una amenaza y son el motivo de sus recientes ensayos de misiles.
Corea del Norte criticó la extensión de lo ejercicios, que calificó como una «muy peligrosa y mala decisión», según aseguró Pak Jong Chon, secretario del Comité Central del Partido de los Trabajadores de Corea, en un comunicado divulgado por la agencia oficial KCNA.
Un día después de que Corea del Norte disparara una cifra récord de 23 misiles, ensayó este jueves tres misiles más, entre ellos dos de corto alcance que siguieron a otro intercontinental (ICBM), dijo el Ejército surcoreano.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur dijo que el ICBM fue lanzado desde una zona próxima a Pyongyang, la capital norcoreana, a las 7.40, y que se siguió de dos misiles de corto alcance disparados hacia el este una hora más tarde desde la vecina Kacheon.
El ICBM pareció ser disparado en un ángulo muy alto, posiblemente para evitar que entrara en territorio de países vecinos, alcanzó una altitud máxima de 1.920 kilómetros y viajó unos 760 kilómetros, dijo el Estado Mayor.
El Ejército surcoreano dijo en un comunicado que el lanzamiento del ICBM pareció haber «terminado en fracaso».
Tras la segunda fase de separación, aparentemente el misil no logró volar de forma normal, dijo la nota, que agregó que pareció tratarse de un misil Hwasong-17.
Séptimo misil
Se trató del séptimo ICBM lanzado por Corea del Norte en lo que va del año y el primero desde fines de mayo, dijo la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
El vocero del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, condenó el lanzamiento del ICBM e instó a todas los países a reforzar las sanciones contra Corea del Norte, argumentando que violó resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
El Estado Mayor surcoreano dijo que los «misiles de corto alcance recorrieron unos 330 kilómetros a una altura de alrededor de otros 70».
Medios surcoreanos indicaron que sirenas de ataque aéreo se volvieron a activar en la isla oriental de Ulleungdo, cuyos residentes fueron llamados a refugiarse por un misil que cruzó de facto la frontera marítima entre las dos Coreas.
El Gobierno japonés también emitió un aviso poco antes de las 8 para los habitantes de sus regiones septentrionales para que buscaran refugio y no salieran a la calle.
Inicialmente, Tokio dijo que un misil sobrevoló su territorio, pero su ministro de Defensa, Yasukazu Hamada, indicó después que el misil no cruzó el país, «sino que desapareció en el mar del Japón» entre el archipiélago y la península de Corea.
Estados Unidos y Corea del Sur llevan meses advirtiendo de que la serie reciente de disparos de Corea del Norte puede culminar en el séptimo ensayo nuclear del país.
El 4 de octubre, Corea del Norte disparó un misil que sobrevoló Japón y provocó alertas de evacuación.
El gobierno de Corea del Norte dijo después que estaba probando un «nuevo tipo de misiles balísticos tierra-tierra de alcance intermedio» y que, junto a otros ensayos, eran «ejercicios nucleares tácticos» que simulaban un ataque sobre Corea del Sur.
Esta serie de lanzamientos coincide con el despliegue de las maniobras militares bautizadas como «Tormenta Vigilante» de Estados Unidos y Corea del Sur, con cientos de aviones movilizados por ambos lados.
Corea del Norte dijo que estos ejercicios eran «agresivos y provocadores».
En la noche del miércoles, entre la veintena de proyectiles disparados, uno de ellos cruzó la línea de límite norte, la frontera marítima de facto entre las dos Coreas.
Invasión territorial de hecho
El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, dijo que ese lanzamiento constituía «una invasión territorial de hecho» y su Ejército respondió con tres misiles aire-tierra que cayeron cerca de esa frontera.
El líder norcoreano, Kim Jong Un, multiplicó los ensayos militares este año y cambió recientemente las leyes para declarar como «irreversible» su arsenal atómico, descartando así la posibilidad de negociar una desnuclearización.
Corea del Norte aún se encuentra técnicamente en guerra con Corea del Sur y con Estados Unidos desde que la Guerra de Corea (1950-1953) culminó con un armisticio y no con un tratado de paz.
Estados Unidos tiene unos 28.000 soldados en Corea del Sur desde el fin del conflicto, y Corea del Norte dice que desarrolló y probó armas nucleares desde la década de 2000 para disuadir un ataque conjunto surcoreano y estadounidense.
Fuente: telam