“Si la gente sigue paseando va a colapsar el sistema de salud. No permitamos que nuestra familia esté riesgo. Tomá conciencia. #QuedateEnCasa”. Ese es el nuevo mensaje que el gobierno nacional decidió hacer circular a través de las redes sociales y los medios de comunicación. Es una nueva muestra de la preocupación de Alberto Fernández y su gabinete -sobre todo el del ministro de Salud, Ginés González García- por la fuerte irrupción del Covid-19 que se espera en el país. Con la meta puesta en una rápida respuesta del sistema sanitario, el Jefe de Estado, a través del ministro de Defensa, Agustín Rossi, le ordenó al Ejército a comenzar el “alistamiento y despliegue de un Hospital Militar Reubicable que va a trabajar en forma coordinada con el Hospital Militar de Campo de Mayo» y que será “montado” a un costado del predio ubicado en el partido bonaerense de San Miguel.
Si bien el Hospital Militar Reubicable (HMR) fue pensado y diseñado para responder a las necesidades de despliegue para la ejecución de operaciones militares terrestres, también puede ser empleado para cubrir las necesidades de apoyo a la emergencia ante desastres naturales o de colaboración a la comunidad, permitiéndole al Estado nacional, a través de esa fuerza armada, llegar rápidamente con ayuda sanitaria a cualquier punto del país.
Por esa razón, desde las primeras horas de este sábado, y que se extenderán hasta el martes, la conducción del Ejército, al mando del general de brigada Agustín Humberto Cejas, comenzó las tareas de la instalación sanitaria de campaña que está conformada, según se le explicó a Infobae, por tres unidades específicas, que son Médica, de Internación y Logística, las cuales operan en forma integrada pero con funciones distintas.
La unidad médica cuenta con cinco módulos. El de primeros auxilios, donde se recibe y clasifica al paciente; el denominado triaje, a través del cual se determina si el enfermo debe ser internado o puede ser tratado en su casa; el módulo quirófano, conformado por un cuerpo central, tipo container, extensible hacia ambos laterales donde se conforman dos quirófanos independientes equipados para realizar distintos tipos de cirugías; un sistema de rayos x, ultrasonido y laboratorio bioquómico y un módulo de esterilización, que permite el preparado, descontaminación, lavado a presión y esterilizado por autoclave del instrumental quirúrgico para su utilización.
La unidad de internación se encuentra destinada a mantener y tratar al paciente que requiera internación. Está constituido por cuatro carpas de grandes dimensiones interconectadas entre sí, con camas de campaña y el correspondiente mobiliario y sistema de gases medicinales, permitiendo la internación simultánea de docenas de personas.
Por su parte, la unidad de logística se encarga de proveer el sostén necesario para que el hospital pueda desarrollar sus funciones en forma independiente, abasteciendo a los módulos médico y de internación de todos los servicios e insumos necesarios para operar en forma ininterrumpida.
Según el informe que recibió el ministro Rossi, dentro de las capacidades del Hospital Militar Reubicable se destaca la posibilidad que tiene este sistema sanitario de campaña para “proporcionar apoyo sanitario quirúrgico y de emergencia en forma autónoma, integral e independiente por un lapso de 48 horas de operación ininterrumpida” y con una capacidad de “ejecutar el apoyo de internación de hasta un máximo de 28 pacientes simultáneos”.
Desde el ministerio de Defensa se evaluó que si la pandemia irrumpe en la Argentina con fuerza, como se estima en la cartera de salud, “las facilidades médicas con un alto grado de complejidad” que ofrecen estos hospitales de campaña serán de mucha ayuda durante la emergencia ya que reforzarán las capacidades del resto de los hospitales.
El martes próximo el ministro Rossi llegaría en helicóptero hasta Campo de Mayo para supervisar en persona los aprestos finales del Hospital Militar Reubicable.
De manera paralela, el Ejército, y en el marco de las medidas de prevención y acción contra el coronavirus, activó los 14 Comandos Conjuntos de Zonas de Emergencia y diez Fuerzas de Tarea en todo el país con medios militares asignados para desarrollar operaciones de “protección civil con la función de ayuda humanitaria, en coordinación con las autoridades políticas locales y fuerzas de seguridad» que actuarán bajo las directivas del ministerio de Defensa y el Comando Operacional de las Fuerzas Armadas.
Las zonas de emergencia son el área Metropolitana, Buenos Aires Norte, Buenos Aires Sur, Entre Ríos (que incluye Santa Fe), Chaco (incluye Formosa), Córdoba (incluye Santiago del Estero), Salta (incluye Jujuy, Tucumán, Catamarca y La Rioja), Neuquén (incluye Río Negro), Mendoza (incluye San Luis y San Juan), Chubut, La Pampa, Santa Cruz, Misiones (incluye Corrientes) y Tierra del Fuego.
Infobae pudo saber también que se alistaron las Unidades Militares de Respuesta a la Emergencia (UMRE).
Por orden de Rossi, las Fuerzas Armadas (Ejército, Marina y Fuerza Aérea) ya pusieron a disposición todos sus medios “para aportar y utilizar la totalidad de sus capacidades”, esto es “personal militar y sanitario, vehículos de transporte, carpas, cocinas de campaña”.
Como ya adelantó este medio, las mismas fuerzas ya están colaborado con la fabricación de alcohol en gel en el Laboratorio Farmacéutico Conjunto de las Fuerzas Armadas y la Sastrería Militar ha interrumpido todas sus líneas de producción a fin de concentrar el trabajo del personal en la confección de barbijos para los ciudadanos y de sábanas y camisolines descartables para hospitales.
Por otra parte, los Hospitales Militares se han puesto a disposición del sistema de salud en todas sus capacidades y se constituyó en el Estado Mayor General del Ejército, un Centro de Operaciones para el monitoreo y control de las actividades de alistamiento y sostenimiento de todos los medios del Ejército puestos a disposición del Comando Operacional de las Fuerzas Armadas.
Desde el viernes, helicópteros del Ejército Argentino junto a la Fuerza Aérea realizan reconocimientos aéreos en la provincia de Buenos Aires. El objetivo, el control del cumplimiento de las normativas de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio comprendido en los decretos 297 y 298 y que una porción de los ciudadanos parece haber omitido.
En caso de registrar incumplimentos del DNU firmado por Alberto Fernández, los militares no deben actuar bajo ninguna circunstancia sino “informarán a las fuerzas de Seguridad”.
