Mientras la crisis en Venezuela se profundiza, el chavismo y la antichavismo se vuelven a medir este sábado en las calles pararespaldar y rechazar, respectivamente, al presidente Nicolás Maduro.
Además de pedir la salida del mandatario chavista, la oposición expresará también su rechazo a los frecuentes apagones que sufre el país desde marzo y que afectan severamente a los comercios, el suministro de agua, las comunicaciones y el transporte.
Al respecto, en un acto con dirigentes estudiantiles en la sede del Parlamento, el líder opositor, Juan Guaidó, indicó que esta jornada constituirá «el inicio de la Operación Libertad», una fórmula de presión con la que espera lograr definitivamente la caída de Maduro.
«Vamos a entregar la tarea bien hecha, Venezuela, vamos a entregar la misión completa», enfatizó Guaidó, que en enero se autoproclamó presidente y trazó una ruta que incluye sacar a Maduro del poder, instaurar un gobierno de transición y llamar a «elecciones libres».
Los chavistas se concentrarán en tres puntos del centro y oeste de Caracas para ir hasta la sede del palacio presidencial de Miraflores y, además de expresar su apoyo a Maduro, manifestarán su rechazo a los «ataques terroristas» contra el sistema eléctrico nacional que, aseguran, fueron cometidos por la oposición y Estados Unidos.
Es que según el Gobierno, la principal central hidroeléctrica del país, el Guri, ubicada en el estado sureño de Bolívar, fue atacada de forma «cibernética» y con un fusil de larga distancia, algo que provocó los recurrentes apagones ocurridos durante marzo.