Tras la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía, en el Gobierno repetían hasta el hartazgo que se avecinaban por primera vez “100 días de paz” en la coalición oficialista.
A ese acuerdo habían llegada el presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Kirchner y Massa, por entonces jefe de la Cámara de Diputados, que entre otras condiciones, como tener un apoyo público de la exjefa de Estado, pidió un período de gracia sin críticas ni cuestionamientos para poder implementar con calma su plan de estabilización de la economía.
Massa asumió en el Ministerio el 3 de agosto de 2022. El tuit de Cristina Kirchner con el que pidió “más intervención en el sector alimenticio” llegó el miércoles 28 de septiembre a las 19.17. Exactamente 56 días después. Es decir, el acuerdo duró poco más de la mitad de lo establecido.
Es que pese a que en el entorno del tigrense aseguran que la relación entre ambos “está muy bien”, el pedido público de CFK trajo ruido interno, tanto en Economía como en la Casa Rosada. TN pudo saber que entre funcionarios cercanos a Alberto Fernández hubo inquietud por el mensaje. “No tenemos que repetir viejos errores”, decían.
Saben que la estabilidad de la coalición de gobierno pende de un hilo y que el Frente de Todos podría no llegar a resistir otra fuerte interna como la que ya se vivió tras la derrota en las primarias de 2021 o la que provocó la salida de Martín Guzmán en medio de una compleja crisis financiera y cambiaria.
Uno de los roles que adoptó el Presidente tras la reconfiguración de poder en el Gobierno es el de buscar equilibrios y sostener la paz interna en el oficialismo. De hecho, los colaboradores más cercanos de Alberto Fernández creen que él emergerá como mediador en eventuales puntos de tensión entre el massismo y el kirchnerismo.
Cristina Kirchner y Massa tienen diálogo fluido. La Vice tiene siempre la última palabra sobre cada decisión del tigrense. Según pudo reconstruir este medio, la titular del Senado venía marcando la necesidad de aplicar políticas más estrictas en el control de precios de los alimentos o al menos tener una gestión más activa en este sentido.
El apuntado era el secretario de Comercio Matías Tombolini. Una curiosidad: cuentan cerca de la Vice que una de las cuestiones que más le molestó fue la reunión entre este funcionario y los quiosqueros por la falta de las figuritas del Mundial. “Hay que dejar de mirar las figuritas (del Mundial) y ver el costo de la harina”, le dijo a este medio un senador de confianza de la exmandataria.
Lo que Massa le respondió a Cristina Kirchner en esas conversaciones y encuentros privados es una incógnita. “Hubo charlas en privado y si Cristina Kirchner decidió hacer el pedido público por algo será”, le dice a TN una colaboradora de la Vicepresidenta.
El dato del Indec sobre el aumento de la indigencia molestó considerablemente a Cristina Kirchner, que además de apuntar a los aumentos de precios en los alimentos también carga tintas contra el ministro de Desarrollo Social Juan Zabaleta.
En La Cámpora, que nunca lo quisieron en el cargo, dicen que las compras de alimentos se hacen tarde y recuerdan que por “culpa” de Guzmán y el acuerdo con el FMI la gestión de Alberto Fernández frenó la apertura de nuevos planes en el Potenciar Trabajo. En rigor Massa tampoco está muy preocupado porque eso ocurra pero llamativamente en la agrupación que comanda Máximo Kirchner no emitieron una sola crítica sobre el tema.
El momento elegido por Vice para emitir el mensaje en redes sociales solo colocó más tensión a una semana marcada por las protestas de las organizaciones sociales en plena avenida 9 de julio, el conflicto entre las empresas fabricantes de neumáticos y los sindicatos, que frenó la producción durante una semana, y el dato de la pobreza difundido por el Indec.
Durante las últimas semanas Cristina Kirchner tuvo la centralidad absoluta del Gobierno. Primero por su defensa en el juicio por el supuesto direccionamiento de la obra pública en favor de Lázaro Báez y luego tras el intento de asesinato en su contra. La Vice digitaba el día a día de la gestión y su agenda judicial copaba por completo los canales de televisión y diarios.
En el Gobierno repetían que una vez que la disputa judicial de Cristina Kirchner saliera de escena llegarían las críticas por la inflación. Lo que no todos imaginaban es que esos cuestionamientos provendrían de la propia Vicepresidenta.
Bruno Yacono/TN