El ex funcionario kirchnerista Claudio Uberti, que estaba prófugo desde el viernes pasado, se presentó esta tarde en la fiscalía a cargo de Carlos Stornelli para ponerse a disposición de la Justicia. El juez federal Claudio Bonadio había pedido su detención en el marco de la investigación por las coimas de los cuadernos K.
El nombre de Uberti, ex integrante del Ministerio de Planificación y conocido como el «embajador paralelo» de la Argentina ante Venezuela, quedó relacionado al expediente a partir de la declaración de Luis Betnaza, directivo de la empresa Techint.
Betnaza declaró que Uberti, junto a Julio De Vido y José María Olazagasti, le pidió dinero para que el gobierno argentino intercediera ante Hugo Chávez por la delicada situación del personal de las empresas que el grupo Techint tenía en Venezuela.
Ante esto, el juez Claudio Bonadio ordenó la detención de Uberti y Olazagasti. El ex secretario privado de De Vido fue apresado el sábado, mientras que Uberti se mantuvo prófugo hasta hoy.
Uberti fue director ejecutivo del estratégico Órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) durante el kirchnerismo. Pese a ser un funcionario de confianza de De Vido, fue despedido en 2007 a raíz del caso de la valija del empresario Guido Antonini Wilson.
Por esta causa, Uberti fue sobreseído por prescripción, después de que pasaran más de 10 años.
Por entonces, la fiscal en lo penal económico María Luz Rivas Diez evaluó que coordinó con Antonini Wilson el ingreso de esa valija con dinero negro.
«Las expresiones de estos empresarios en cuanto a la función que desarrollaba Uberti en las relaciones comerciales con Venezuela se ven reforzadas por las numerosas anotaciones que dan cuenta del vínculo que tenía con los empresarios argentinos que se relacionaban con la República Bolivariana de Venezuela», había señalado la fiscal.
De hecho, Uberti era señalado como el jefe de una «embajada paralela» en Venezuela: «Probamos que Uberti era el embajador encubierto en Venezuela, por encima de Sadous», aseguró en su momento la fiscal. Eduardo Sadous era el diplomático de carrera a cargo de la embajada en Caracas y convocado a Buenos Aires cuando alertó sobre actos de corrupción en un cable que envió a la Cancillería.
