Cuatro policías recibieron llamados del 911, fueron a hacer un procedimiento y terminaron detenidos por gendarmes

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Un allanamiento por drogas en la localidad bonaerense de Esteban Echeverría terminó con una discusión entre gendarmes y policías bonaerenses, acusaciones cruzadas y cuatro oficiales provinciales detenidos por los federales.

Todo comenzó el jueves por la tarde cuando el capitán Marcelo Liendo y la oficial Liliana Abregú recibieron la orden de dirigirse a la calle Almirante Brown 968 por un llamado al 911. Un vecino había alertado que dos personas en auto, otras cuatro en camioneta y dos más en moto, todos de civil, habían entrado a una propiedad con armas de fuego. Los gendarmes se identificaron y los policías se retiraron, pero minutos después, tras otra denuncia, regresaron al lugar.

El juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, ordenó reducirlos, desarmarlos y detenerlos por «entorpecimiento». Este sitio intentó comunicarse con las autoridades del juzgado, pero no respondieron.

El jefe del Comando de Patrullas, sin saber lo que había pasado, llamaba al radio de los policías que había enviado, pero ninguno contestaba. Ya estaban arrestados. El comisario, entonces, les ordenó al teniente primero Osmar Moreno y la sargento Beatriz Boller que fueran en busca de sus compañeros. También fueron reducidos por los gendarmes.

El allanamiento fue negativo: detuvieron a los cuatro policías, pero no encontraron droga, según pudo saber TN.com.ar.

Eso no fue todo. Los gendarmes, con apoyo de los auditores de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad provincial, allanaron a la noche la comisaría en la cual prestaban servicio para secuestrar los teléfonos de los bonaerenses.

Hubo un quinto detenido. Se trató del jefe de la dependencia, subcomisario Jorge Benítez, porque les informó a los investigadores que en su mochila tenía $ 70 mil de su papá, que deberá declarar como testigo para determinar el origen de la plata.

Los primeros cuatro policías bonaerenses detenidos fueron trasladados en sus propios patrulleros por los gendarmes hasta la Delegación Avellaneda de la Policía Federal (PFA), donde quedaron incomunicados hasta que el juez les tome declaración indagatoria.

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