Daniel Scioli buscó convencer a un empresariado expectante, que ahora espera por Mauricio Macri y Sergio Massa

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scioli«Sé las inquietudes que tienen. Quédense absolutamente tranquilos y confiados que uno por uno vamos a ir abordando todos los temas en un marco de paz social y de un dialogo constructivo. Les pido un respaldo». Desde una de las mesas, uno de los asistentes amagó un tibio aplauso, pero nadie se acopló. Los veinticinco minutos de anoche con los que Daniel Scioli apeló para captar el voto de los cientos de empresarios amuchados en el salón Vélez Sarsfield del Hotel Sheraton de Mar del Plata estuvieron dominados por el silencio. Solo un tibio aplauso cuando el gobernador subió al escenario y otro moderado cuando bajó, veinte minutos después de las 21.

«Habrá que ver el resultado del aplausómetro, el viernes», bromeó uno de los empresarios ya entrada la noche, casi al final de la primera jornada del 51 Coloquio de Idea, que inauguró el candidato del Frente Para la Victoria en un hotel al tope de su capacidad operativa. Scioli intentó ayer llevarse el voto del empresariado, expectante a poco más de una semana de las elecciones, y a la espera de las palabras de Sergio Massa y Mauricio Macri, los otros dos candidatos mejor posicionados según las encuestas. Margarita Stolbizer será mañana la cuarta postulante en exponer frente al mar.

Scioli llegó apurado ayer al Sheraton de Mar del Plata. Nada nuevo: no probó ni medio bocado del menú preparado para la apertura del evento –rack de cordero patagónico en salsa de malbec, romero y menta acompañado de papas mil feuille y baby zanahorias grelot–, habló, saludó y se fue por el costado del escenario. Lo novedoso fue que a días de las elecciones, frente a una tribuna saturada del estilo K, el candidato del Gobierno nacional dejó en claro que necesita de los empresarios, y que su eventual presidencia en caso de triunfar el próximo 25 de octubre los arropará. «Me pongo del lado del mostrador de ustedes porque vengo de ese mundo», se sinceró Scioli ante un auditorio imperturbable. Antes, Ignacio Stegmann, presidente de IDEA y de 3M Argentina & Uruguay, había mostrado el malestar empresario por el maltrato oficialista. Más temprano, los asistentes amenizaron la espera en el lobby con abundante sushi y fiambres, champagne y vino tinto y una banda de jazz de fondo.

El ex motonauta aprovechó sus veinticinco minutos para volver a ratificar su hipotético gabinete: Diego Bossio, Julián Domínguez, Juan Manuel Urtubey y Miguel Bein –los cuatro lo acompañaron en la cena-, y Miguel Peirano. En la mesa principal, además del ministro Lino Barañao –el único ministro nacional–, el embajador de los Estados Unidos, Noah Mamet, siguió con atención el discurso del gobernador. Mamet llegó a primera hora de la tarde al Sheraton: se alojó en una de las habitaciones del cuarto piso. Había pedido no sentarse con ninguno de los presidenciables.

Si la presencia del oficialismo –o del sciolismo– pasó rauda por Mar del Plata, la delegación del PRO empezó a llegar entusiasmada en la tarde noche de ayer. ¿El objetivo? Copar la parada, a días de las elecciones, de un evento que históricamente le sentó bien. «El círculo rojo», como llamaban ayer al Coloquio, este año bajo el lema «Tiempo de acordar y hacer». El ministro Esteban Bullrich –a los abrazos con el gobernador salteño y su hermano, el industrial José Urtubey–, los diputados Pablo Tonelli y Laura Alonso y la ex diputada Paula Bertol fatigaron anoche el lobby del Sheraton, acompañados por los radicales Oscar Aguad y Ricardo Gil Lavedra y el fiscal Ricardo Sáenz. Se apiñaron a última hora de anoche, en una mesa frente a la cancha de golf. Por allí pasó a saludar, entre otros, el empresario Cristiano Rattazzi, de Fiat.

Este mediodía será el turno de la vicejefa porteña y candidata bonaerense, María Eugenia Vidal, un rato antes del discurso de Massa, que llegará a media tarde a la ciudad balnearia. El viernes, el cierre, será para Macri, acompañado por una nutrida comitiva compuesta, entre otros, por el ministro Emilio Monzó y el secretario Marcos Peña. Unas horas antes disertará Horacio Rodríguez Larreta. Macri cerrará la tanda de presidenciables en IDEA pasadas las 18 de mañana y dejará la última semana de campaña para los últimos actos: el lunes en la ciudad de Buenos Aires, el martes en Rosario, el miércoles en la localidad bonaerense de Lanús y el jueves el broche final en Córdoba.

En busca de entrar a la segunda vuelta y de evitar el triunfo de Scioli en la primera. Expectantes, como los empresarios que lo escucharán mañana al jefe de Gobierno, que ayer aplaudieron con moderación al gobernador y que hoy recibirán a Massa.

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