Con una profunda devoción, la comunidad de la parroquia Cristo Rey participó de la misa de Pascuas de Resurrección. Los fieles llegaron, al templo, con un corazón abierto y preparado para escuchar la Palabra de Dios.
Tras la lectura del santo evangelio, el padre Julián Cuevas realizó una homilía en la que remarcó que Jesús venció a la muerte.
Durante su alocusión el párroco indicó, «Jesús vive, es el Señor porque ha cumplido lo que prometió, venció a la muerte. Ha resucitado a una vida eterna para no morir jamás».
Más adelante expresó, «en la misa de la vigilia hemos bendicido el Cirio Pascual; el Fuego y el Agua. Todos son signos de vida y por eso tenemos esperanza. Muchas veces andamos fatigados porque la muerte se nos ha cruzado, ya sea por algún problema (sin resolver aún), por alguna enfermedad u otra situación en la que vemos un signo de muerte, pero nosotros debemos renovar la fe en esta Resurrección».
Seguidamente el sacerdote explicó, «el Cirio nos un adorno, es el signo de Cristo, es la luz con la cual vamos a poder ver las cosas desde la mirada de Dios. Mirando el Cirio nos debemos llenar de esperanza. Y la esperanza es una virtud que Dios nos dio en el bautismo».
A la vez agregó, «el agua es un signo de la vida del espíritu de Cristo Resucitado. A través del agua nos hacemos hijos de Dios; además simboliza que hay una vida nueva la cual procede del Señor. Por último tenemos otro signo como es el Pan y el Vino, que por el misterio de la Eucaristía se transforma en el Cuerpo y Sangre de Cristo; y muchas veces no lo sabemos reconocer».
Finalmente el padre Cuevas instó a los fieles, «cada domingo debe ser un compromiso de participar en las misas y los invitó a reflexionar, en estos 50 días que falta para la fiesta de Pentecóstes (la venida del Espíritu Santo), sobre la vida de Jesús».