El argentino Matías Schmitt, que se metió a última hora en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang, quedó eliminado en la prueba de snowboard slopestyle, aunque por momentos estuvo cerca de las plazas que daban acceso a la final.
Después de haber estado entre los seis primeros de su serie, aunque terminó en octava posición la primera de sus dos bajadas, al final fue decimosegundo en su grupo, y vigesimocuarto en el cómputo general, cuando sólo doce pasaban a la final del domingo.
Schmitt abrió la participación argentina en los Juegos, donde compiten otros seis compatriotas, pese a ser el último en llegar.
El snowboarder de 26 años fue octavo en la primera bajada, sumando un total de 50,86 puntos en las seis secciones de su recorrido.
En la segunda, varios fallos le condenaron a caer al 12º puesto, con una puntuación de 20,68.
El barilochense había acudido a la ciudad surcoreana en previsión de que alguna baja de última hora permitiese participar en los Juegos, lo que finalmente pudo realizar gracias a las renuncias de un sueco y un italiano.
Dos días antes de la ceremonia de inauguración, Magdalena Kast, la jefa de misión del equipo albiceleste le comunicó la buena noticia a este aficionado a la fotografía, que en el Mundial de 2017 en Sierra Nevada no pudo quedar entre los 30 primeros.
Schmitt habría necesitado 28 puntos más para lograr la clasificación.
Sólo los seis primeros de cada una de las dos series lograron el billete para la final, que tendrá lugar el domingo.
La primera serie fue ganada por el noruego Marcus Kleveland con 83,71 puntos, mientras que el canadiense Max Parrot fue el mejor en la segunda (87,36).
Así, la mejor actuación de un argentino en unos Juegos Olímpicos de Invierno sigue siendo el decimosexto puesto de Oswaldo Ancina en Squaw Valley en 1960.
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