Denuncian jeans “gastados” que atentan contra la salud de los pulmones

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Foto: Web

El método más utilizado para desgastar el jean es el sandblasting, debido a que es el más barato. Sin embargo, entraña una decisión mortal para los trabajadores de las empresas que lo emplean, debido a que puede llevarlos a una grave enfermedad pulmonar que, en la mayoría de los casos, desencadena en la muerte.

El sandblasting es un pulido con chorro de arena a presión, que se realiza en forma manual y casi sin protección. Suele usarse arena natural, que contiene un alto porcentaje de sílice. Estas partículas microscópicas son inhaladas por los obreros, penetran en los alvéolos y en el tejido conectivo y anulan así en forma gradual la capacidad pulmonar y la de oxigenación de la sangre.

Esta enfermedad lleva el nombre de silicosis aguda. A medida que avanza, los problemas para respirar demandan un mayor esfuerzo del corazón, lo que finalmente lleva a la muerte.

Si los síntomas no son detectados a tiempo, el “mejor” pronóstico es la cronicidad del mal, informó el diario Clarín.

A pesar de este desalentador pronóstico, los especialistas explicaron que el sandblasting no genera ningún peligro para las personas que utilizan la prenda tratada, aunque a simple vista es muy difícil diferenciar jeans en los que se aplicó esta técnica de los que fueron desgastados con alguna otra.

Este procedimiento fue prohibido en la Comunidad Europea en 1966. En ese momento se desplazó a los países sin regulación o con normas más laxas, como Siria, China, Bangladesh, Pakistán e India. Todos ellos fabrican los pantalones que se venden en el Primer Mundo, donde la técnica está prohibida.

En la Argentina, hay dos fábricas que emplean el sandblasting para conocidas marcas de ropa.

En Europa se lanzó la campaña Ropa Limpia para que las compañías no compren jeans confeccionados de esta manera. No obstante, Giorgio Armani, Roberto Cavalli y Dolce & Gabbana continúan vendiendo pantalones desgastados bajo este método. “En los últimos siete meses, son las únicas empresas que se mostraron totalmente indiferentes”, dijo Deborah Luchetti, vocera del movimiento.

Fuente: infobae

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