Una nueva denuncia de abuso policial se dio el domingo pasado en Martín Coronado, cuando ocurrió una persecución a una camioneta con varios móviles, que terminó con un tiroteo y un joven de 30 años muerto y siete detenidos. El caso se conoce en plena conmoción por los cuatro muertos en San Miguel del Monte, donde se comprobó que los agentes dispararon en una persecución de la que todavía se desconocen las causas.
En este caso, la versión policial contó que un grupo comando integrado por ocho delincuentes asaltó un supermercado de la calle Juan Domingo Perón al 7600 en el partido de Tres de Febrero y escaparon en una camioneta ploteada como si se tratara de un vehículo de AySA. Personal de la Comisaría 5° de Eufrasio Álvarez inició una persecución y al interceptar el vehículo se generó un tiroteo con los delincuentes. Los uniformados secuestraron la camioneta, una pistola y un revólver.
Pero la familia de Diego Cagliero denuncia que no fue así lo que realmente pasó. Luego de una marcha este sábado, organizada por familiares y amigos exigiendo justicia, la mamá habló con TN. “Mi hijo fue al velatorio de un amigo, y cuando salieron fueron al supermercado con otros amigos en una camioneta de AySA. Pero se dieron cuenta que no les alcanzaba para comprar todo lo que querían llevar, y dejaron lo que no pudieron pagar.
El sereno del lugar llamó al 911 y avisó de un robo. Cuando salieron se encontraron con un montón de policías. Bajaron de la camioneta, pero la policía les disparó y mi hijo murió”, relató con gran dolor Adriana García, madre de Diego.
En total, en la escena se encontraron catorce casquillos, y pese a que la Policía secuestró dos armas, Adriana asegura que los jóvenes no estaban armados: “Los rodearon y les dispararon. Los chicos no tenían armas. Fuimos a ver al comisario y no pudieron esclarecer la situación. Diego tenía 30 años y su novia está embarazada de seis meses. Nunca tuvo antecedentes y era músico”, explicó.
Esta confusa situación se suma a la persecución fatal en San Miguel del Monte y a una similar en Rosario, en otro contexto de robo, persecución policial y muerte.