El Castillo de Windsor, emplazado en el condado de Berkshire, Reino Unido, notable por su relación con la familia real británica y lugar predilecto de la reina Isabel II, vuelve a cobrar protagonismo por la historia del fantasma de Herne el Cazador, guardián del antiguo bosque de Windsor y quien aseguran, predijo la muerte de la monarca de 96 años el último jueves.
“La historia cuenta que Herne resultó terriblemente herido durante el incidente, pero fue salvado por un hombre a caballo. Se dice que este jinete quitó las astas de la cabeza del ciervo ahora muerto y las unió a las del guardián real”, repasa el portal británico Mylondon.new. Después del incidente, el rey, no anoticiado de la intervención del misterioso jinete, le agradeció a su súbdito por su valentía.
Sin embargo el hecho sumó un nuevo capítulo. Se dice que más tarde, cazadores, celosos por el accionar, iniciaron rumores sobre la utilización de “magia negra” por parte de Herne, lo que derivó en un estrategia de conspiración para derribarlo.
“La historia cuenta que escondieron pieles de venado en los aposentos de Herne y lo denunciaron por caza furtiva. El montaje funcionó y Herne fue despedido. Murió al día siguiente, habiéndose quitado la vida en el bosque que tan bien conocía”, amplía el sitio.
La primera aparición del fantasma en el castillo de Windsor
Se dice que el rey Ricardo II fue el primero en ver el fantasma de Herne poco después de su muerte.
La escena tuvo lugar en una de las cacerías reales poco productivas. Como no lograban alzarse con ciervos, el monarca encendió en furia y comenzó a realizar actos grotescos. En contrapartida, los cazadores empezaron a deducir que la mala racha en realidad se atribuía a una maldición del exguardián a modo de venganza.
La noche siguiente, mientras caminaba por el parque tratando de decidir qué hacer, el soberano vio cómo un rayo caía sobre un gran roble cercano. Luego, a través del claro, se dice que vio una figura debajo del árbol, con cuernos encima de su cabeza. Fue Herne, y la leyenda asegura que le dijo al rey Ricardo II que los cazadores deberían ser castigados.
La relación del castillo de Windsor con la reina Isabel II
El Castillo de Windsor ocupa 5 hectáreas que incluyen edificios propios de una fortificación, de un palacio y de un pueblo pequeño.
Su construcción empezó en el sigo XI y su última renovación a finales del siglo pasado tras el incendio de 1992. Cuenta con un diseño híbrido dado por la mezcla de estilos y que lo posiciona como entre los mejores palacios europeos.
“El Castillo de Windsor quedará solitario sin la reina Isabel II”, lamentó Harry, el duque de Sussex, el último viernes, mientras se reunía con una multitud de simpatizantes fuera de la antigua casa de la monarca británica.
Dispone además de un Recinto Central con una fortificación amurallada sobre una colina; mientras que Recinto Superior, también amurallado, reúne varios edificios que incluyen los Apartamentos de Estado.
En tanto, el Recinto Inferior, al que se accede a través de la Puerta Normanda, fue reconstruido a mediados de la “era victoriana” e incluye tanto la Capilla de San Jorge como otros edificios de la Orden de la Jarretera (orden que la reina Isabel II entregó a el monarca español Felipe VI); el Parque rodea el recinto e incluye además dos granjas y varias casas de campo.
TN