El Gobierno quiere mantener a raya el dólar -que pesar de récord de hoy sigue lejos de la banda superior de intervención- básicamente para que no se le dispare la inflación a seis meses de las elecciones. Pero le está costando. Y la divisa está en un gradual ascenso que de a poco se va trasladando a los precios, cuando para muchos analistas aún no terminó el impacto de la devaluación del año pasado.
La inflación de marzo volverá a mostrar cifras cercanas al 4% y los economistas estiman un piso para todo el año de al menos un 35 por ciento. Un piso basado en un escenario de estabilidad cambiaria que pocos se animan a proyectar en un escenario de fuerte volatilidad, afectado por el incierto contexto electoral.
¿Es posible que se dispare el dólar antes de los comicios de octubre?, le preguntó Infobaea varios analistas. Y las respuestas fueron mayormente positivas. «En este contexto de un Banco Central que no puede intervenir dentro de una zona y con un tipo de cambio a 20% del techo, sí», reflexionó Matías Rajnernam, economista jefe de Ecolatina. De todas maneras, señaló que ese escenario no luce probable en los próximos días, «ya que la demanda permanece en rojo y es probable que el mercado testee los primeros días del nuevo esquema de subastas del Tesoro antes de apostar decididamente a una u otra opción».
En Ecolatina no proyectan un traslado significativo de la reciente suba del dólar a los precios porque «no está claro que la divisa haya encontrado un nuevo techo». «De todas maneras, la inflación va a seguir alta, pero traccionada por el aumento de tarifas más algunos productos estacionales», enfatizó Rajnernam, al agregar que el piso proyectado de inflación será del 35 por ciento este año.
Por su parte, Guido Lorenzo, de la consultora LCG, coincidió en que ése será el piso inflacionario para este año y que «mientras el tipo de cambio siga subiendo y no se avance con ciertas políticas, va a seguir habiendo un traslado a precios casi completo».
El economista cuestionó la política monetaria actual, que «de permanente sobrecumplimiento que les permite tener margen sobre la tasa de interés para defender la paridad cambiaria». «A la macroeconomía le correspondería tener un tipo de cambio mucho más alto, pero está claro que la transición sería muy complicada porque corrés el riesgo de que se vaya a precios», sostuvo.
Según publicó Infobae a comienzos de este mes, en informe del IERAL de la Fundación Mediterránea, recordó que en 2016 se trasladó 61,5% de la devaluación a precios, por encima de sólo el 41% en 2018. «Queda margen para que otra fracción de la devaluación se traspase a precios en estos primeros meses de 2019, a lo que hay que sumar el ajuste de tarifas entre enero y abril, que por sí solo aportaría 1 punto mensual al índice», advirtieron.
En la medida en que persista la volatilidad y la divisa siga subiendo, aunque gradualmente, muchos precios seguirán aumentando. Los bienes transables trasladan directamente, los bienes que se exportan también, y los servicios lo hacen en la medida en que la actividad económica lo permita. En el caso de las tarifas, hay un gran componente de dólar (en el caso del gas, por ejemplo).
A su vez, el economista de Ferreres & Asociados, Fausto Spotorno, afirmó que prevén una inflación del 34% como mínimo para el año, que subirá «si el dólar se descompone en el segundo semestre». El analista se mostró más optimista que otros de sus colegas e insistió en que «tiene que haber una desaceleración fuerte en la segunda mitad del año». Según él, «una suba gradual del dólar -que está ocurriendo ahora- no puede impedir que la inflación desacelere».
Spotorno consideró que la cotización de la divisa debería estabilizarse y la política del BCRA tiene que tener impacto. «Nunca en la historia una política monetaria tuvo impacto antes de los seis meses. Lo normal es que sea en un año», remarcó.
A su turno, Juan Luis Bour, de FIEL, planteó un escenario negativo en materia de dólar e inflación, con un alza de precios en torno al 4% para marzo, con un núcleo de 3,5%, y una cifra anual entre 35% y 36%. «El proceso de traslado ocurre con estos movimientos del dólar. Además, vemos que se generó un escenario donde cada vez que se hacen ajustes, son más altos», cerró.