A exactamente 15 días de su renuncia a la Selección, Gerardo Martino reapareció en escena. Descansando en Rosario, se tomó un rato para ver de cerca a las divisiones juveniles mayores de Newell’s, club con el que está identificado. Más allá del disgusto generado por la falta de compromiso dirigencial (jamás le confirmaron la cesión de jugadores que había solicitado), previo a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, parece ser que sus ganas de ver fútbol no cesaron, pese a ser inferiores.
Desde que su salida de la dirección técnica argentina se materializó, su nombre empezó a ser vinculado con el del combinado nacional paraguayo, al que ya supo comandar durante las Eliminatorias camino a Sudáfrica 2010. Después de terminar segundo -junto a Chile- detrás de Brasil, el «Tata» pisó los Cuartos de Final con el conjunto guaraní, pero cayó ante España.
Un año más tarde, dijo adiós después de perder la final de Copa América celebrada en Buenos Aires, frente a Uruguay. Allí retornó a Newell’s, donde fue campeón, y pegó el inesperado salto al Barcelona. Las cosas no marcharon, pero tuvo la chance de suplir a Sabella en la «Albiceleste».
En la jornada disputada en el predio rojinegro de Bella Vista, la «Lepra» obtuvo dos triunfos y un empate. Y en Avellaneda, Racing se impuso en dos categorías y perdió en la restante.
