El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, cuestionó este lunes la entrada en vigencia de la segunda versión del “dólar soja”, con la que el Gobierno busca engrosar las reservas y aplacar las tensiones en el mercado paralelo.
“Seguir multiplicando los tipos de cambio no es lo que el campo necesita. Hay que planificar de manera integral, dejar de lado las improvisaciones y generar estabilidad a largo plazo”, planteó Larreta en su cuenta de Twitter.
Con su mensaje, el jefe porteño expone su ambición presidencialista: por un lado, marca distancia del Gobierno nacional y; por otro, le envía un guiño al campo, un sector de peso de cara a 2023 en medio de su interna con el sector más duro de Juntos por el Cambio.
El Gobierno puso en marcha esta semana la segunda versión del dólar soja con el objetivo de acumular reservas para el Banco Central en el marco del cumplimiento de las metas con el FMI y, a su vez, intentar que las cotizaciones del dólar detengan la tendencia alcista para volver a ubicarse cerca de los $300.
Como señaló el pasado viernes ante los referentes de la cadena agroindustrial el ministro de Economía, Sergio Massa, el nuevo esquema de incentivo a la venta de soja buscará captar al menos US$3000 millones. Por su parte, los productores accederán, como en septiembre, a un tipo de cambio diferencial. Esta vez de $230 y hasta el 31 de diciembre.
“Se considera pertinente restablecer el Programa con un contravalor excepcional y transitorio para la liquidación de divisas que, en esta oportunidad, y en línea con la evolución del tipo de cambio aplicable ocurrida a partir del mencionado Programa, se perfeccione a $230 por dólar estadounidense”, señala exactamente al respecto el decreto publicado en el Boletín Oficial.
Para el ministro Massa, el sistema que estuvo vigente en septiembre fue un “mecanismo adecuado”, que permitió incrementar con fuerza las exportaciones, a la vez de reforzar las reservas del BCRA y descomprimir los dólares paralelos (el blue, el MEP y el CCL) que en las últimas ruedas volvieron al alza para acercarse a los máximos nominales de la crisis de julio.
Noviembre viene siendo un mes particular para el movimiento del billete informal. Mientras en los primeros 14 días mantuvo cierta estabilidad y subió solo $4, desde el día 15 hasta el último viernes creció $25, de los cuales $14 fueron en esta semana. Por otra parte, la semana anterior había subido otros $12.
Fuente: tn