La inmunización avanza imparable en Chile y Estados Unidos, que ya vacunaron con al menos una dosis a más del 60 % de sus ciudadanos, un progreso que contrasta con la situación global de América, donde las vacunas solo han llegado hasta ahora al 3 % de la población.
Así, Chile, en tan solo cuatro meses desde el inicio de su masiva campaña de inmunización, ya cuenta con el 63 % de vacunados con al menos una dosis y un 50,6 % con el esquema completo, mientras que Estados Unidos tiene 60,5 % (156 millones) y 48,4 % (124 millones) de inmunizados, respectivamente.
Un abismo separa esas cifras y las del global de la región, donde solo el 3 % se ha vacunado, y con la mayoría de países dependiendo de los vaivenes en las existencias globales para recibir las vacunas, como lamentaba esta semana la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne.
Una brecha que toma un lado rocambolesco con dos situaciones bien diferentes: Nueva York sortea 5 millones de dólares en un “Vacuna y rasca” para quienes se inmunicen y así atraer a los más escépticos, mientras que Paraguay no pudo seguir inmunizando a su población esta semana por falta de dosis.
Esto en una semana donde hubo más de 1,2 millones de nuevos casos y unas 31.000 muertes en el continente.
LIBRARSE DE LA DEPENDENCIA “EXCESIVA” DE LAS IMPORTACIONES
Uno de los principales problemas para el acceso a más vacunas es la dependencia latinoamericana de la importación y de las reservas de otros países, que ante contingencias pueden cerrar el grifo. Solo un 4 % de los productos médicos utilizados en América Latina para la respuesta al COVID-19 fueron producidos en la región, según la OPS.
Su directora afirmó este miércoles que el dato es un “síntoma” de “dependencia excesiva” y llamó a ampliar la capacidad de producción regional de productos médicos, incluidas las vacunas.
“Debemos aumentar la producción a lo largo de toda la cadena de valor de las vacunas; desde los insumos que las componen hasta los viales y jeringas que nos ayudan a distribuirlas, sin comprometer la calidad”, aseveró.
En esa tarea sobresalen cuatro países: México, Argentina, Brasil y Cuba.
En Brasil, la farmacéutica brasileña União Química produjo esta semana la primera partida de la vacuna rusa Sputnik V, con miras a exportarla a otros países latinoamericanos, y México ultima detalles para empezar la entrega de vacunas de AstraZeneca envasadas en la planta Liomont del centro del país.
En Cuba, el nombre de su vacuna “Soberana 02” es una evidente declaración de intenciones. Con la otra preparación propia, la vacuna Abdala, se han inmunizado alrededor de medio millón de personas en ensayos clínicos de ambas fórmulas, que se encuentran en tercera y última fase antes de contar con autorización para su uso.
Las autoridades esperan obtenerla en junio próximo, una vez se divulguen los resultados de los ensayos clínicos y eso permitiría el inicio de la campaña de vacunación masiva con una total soberanía del mercado exterior.
LA SPUTNIK V GANA TERRENO
A pesar de que perdió fuelle por el retraso en el envío de remesas, Rusia ganó terreno perdido esta semana con la aprobación de Ecuador de la vacuna Sputnik V, y el visto bueno de Nicaragua y Venezuela a su hermana menor, la monodosis Sputnik Light, que todavía carece del aval de revistas científicas independientes.
Bolivia, Venezuela, Paraguay, México, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, Honduras, Guyana, Guatemala, Antigua y Barbuda y Panamá engrosan la lista de los otros países que vacunan con este compuesto.
Por otra parte, la farmacéutica CanSino tocó a las puertas de Brasil con el pedido a la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa) para el uso de emergencia de la vacuna Convidecia, la segunda en el país proveniente de la nación asiática.
COVAX SIGUE CON RETRASOS
Covax, el organismo liderado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sigue con retrasos en todo el mundo, con 65 millones de vacunas distribuidas, muy lejos de las 170 millones previstas para esta fecha, según Unicef, y en América por ahora se han entregado unas 12 millones de dosis a la espera de otras 770.000 que “están de camino”, según la OPS.
Los países con un PIB per cápita más bajo y que dependen más de Covax son precisamente los que van más atrasados: Nicaragua ha vacunado con al menos una dosis al 2,51 % de su población, Guatemala a un 1,71 %, similar a Honduras (1,10 %), Paraguay (2,90 %) y Venezuela (1,11 %).
Haití, el país con el PIB per cápita más bajo de la región, todavía no ha recibido ninguna.
EFE