“Paisanos les vi’ a pedir, antes que llegué el momento, tírenme en campo abierto pero allí donde nací”, tal vez ese haya sido el último deseo de Felipe Rojas antes de su partida y por ello sus seres queridos decidieron darle cristiana sepultura en su querida Banda, en su tierra natal.
La fría tarde bandeña acompañaba la tristeza de quienes quisieron, conocieron y admiraron al reconocido escritor Felipe Rojas. La ceremonia se desarrolló en un cementerio privado donde no quiso estar ausente ni la música ni la poesía, las eternas compañeras de este grande que decidió irse a descansar.
Fue Lisandro Amarilla quien dedicó unas palabras de adiós a su amigo: “Que triste que te vayas a los prados azules del silencio Felipe… lograste que el pueblo te quiera y cuando el pueblo te quiere es porque como poeta supiste llegar a su sentir y eso lo hacen los grandes.
Hijo dilecto de La Banda, de sólo pensar en ella sacabas la guitarra y comenzabas a desgranar notas. Cómo olvidar tu consejo sabio, tu gracia y tu bondad señera… Quizás ya estés Con Dino Taralli, Carlos Saavedra y Pablo Raúl Trullenque contando las noticias de aquí y nosotros simplemente prometiendo jamás olvidarte”.
Luego llegó el tiempo de la poesía y, Fredy Paz con su acordeón interpretó “Añoranzas” para despedir como corresponde a este cultor y creador de tantas letras que hacen alegrar los corazones de los amantes de la música folclórica.
Finalmente Alfonso Nassif destacó: “Felipe sabía comprender profundamente a su pueblo y dejó una leyenda de amor y esperanza. Fue el primer poeta de vanguardia y sólo vivía para la música, la poesía y la amistad poniendo su sello de profundidad humana”.
