Dirigentes y abogados de Boca y de River comenzaron a jugar un partido aparte. Luego de la Superfinal de la Copa Libertadores frustrada por las agresiones de los hinchas del Millonario a los jugadores del Xeneize, ambos analizan la estrategia para obtener una fallo a su favor por parte del tribunal de disciplina de la Conmebol.
Mientras que desde el conjunto de la Ribera piden que le den por ganado el partido, en la vereda de enfrente quieren jugar los 90 minutos en el Monumental y con público.
Para respaldar su posición, en River se apoyan en un documento que firmaron todas las partes antes de la primera postergación del encuentro. El acta señala que los incidentes fueron «a metros de ingresar al anillo de seguridad del estadio». Así, se desligan de la responsabilidad de los hechos.
Por el contrario, en Boca aseguran que las agresiones siguieron durante todo el recorrido hacia el Monumental y que tienen las filmaciones para corroborarlo: algunas ya se viralizaron en redes sociales y otras están en manos del club.
Además, pidieron realizar una pericia a la ambulancia que trasladó a Pablo Pérez al Sanatorio Otamendi para atenderlo por la astilla en el ojo. De esta forma, Boca busca probar que la violencia siguió incluso hasta ese momento.
El futbolista se refirió a esta situación este lunes cuando salió de hacerse un estudio de rutina por su herida ocular. «Cuando salimos en ambulancia del Monumental para el sanatorio nos siguieron tirando piedras. La chica que iba con nosotros estaba asustada», dijo Pérez. El médico Jorge Batista, quien acompañaba al jugador agregó: «Recibimos tres impactos. Uno de ellos fue muy fuerte y nos agachamos todos porque pensamos que era un tiro. Les pedí a los dirigentes que la busquen y la periten porque tienen que estar los golpes».
Son todas pruebas que podrían ayudar a inclinar la balanza a favor de la posición del Xeneize. Habrá que espera para ver qué validez le dan los jurados.
