Sin descollar, la selección argentina redondeó su mejor actuación en la Copa América de Brasil: con goles de Lautaro Martínez y Giovani Lo Celso, derrotó 2-0 a Venezuela y avanzó a las semifinales de la competencia, instancia en la que se enfrentará frente al local, el martes a las 21.30 en el Mineirao de Belo Horizonte.
Los destacados del combinado nacional resultaron los nuevos «tres mosqueteros», integrantes de la camada que refresca a la Albiceleste, a la espera del mejor Messi. Lautaro Martínez y Leandro Paredes fueron las figuras, uno por potencia, olfato y entrega; el otro por ubicación, elegancia y pegada. Detrás aparece Rodrigo De Paul, tal vez el jugador más regular de la Copa América. Y también Marcos Acuña, la llave del carril izquierdo. Y Sergio Agüero, uno de los «viejitos» vigentes, participando de las dos conquistas.
Franco Armani (6): prácticamente no tocó la pelota en el primer tiempo; descolgó un par de centros y mostró seguridad. En el segundo, apareció cuando tenía que aparecer, como sucede en River: a los 25 minutos del segundo tiempo, cuando Venezuela asfixiaba, le tapó un remate franco a Hernández.
Juan Foyth (5): en un puesto que no es su espacio natural, debió lidiar con el jugador más inquieto de Venezuela, Machís. Ofreció voluntad, ganó y perdió. Cuando salió su contendiente, sumó seguridad y hasta se animó más con el balón.
Germán Pezzella (6): junto con Otamendi, consiguió controlar a Salomón Rondón, que en el amistoso de marzo había sido una de las figuras. Además, se impuso en continuado en el juego aéreo: tuvo dos oportunidades, en una no logró conectar con firmeza, en la otra la pelota se fue por encima del travesaño.
Nicolás Otamendi (6): en sociedad con Pezzella, mantuvio enjaulado a Rondón. También se hizo fuerte en las pelotas paradas ofensivas. El único lunar: alguna salida precipitada desde el pelotazo.
Nicolás Tagliafico (6): con Acuña haciendo la banda, se proyectó más que en los anteriores partidos y no tuvo problemas para contener a Murillo. Partido sobrio del ex Banfield e Independiente.
Rodrigo De Paul (7): otra vez aportó mucho sacrificio haciendo la banda, a pesar de que no está en su ADN. Presionó con esfuerzo y actitud, y anticipó con criterio del armado ofensivo. El segundo gol parte de un pressing suyo.
Leandro Paredes (8): el hombre más retrasado del mediocampo y al mismo tiempo motor de la presión. Con su pegada, manejó al equipo y hasta asistió: le puso un pase-gol maravilloso a Lautaro Martínez (el pelotazo dio en el palo). Cada vez más asentado (e importante) en su rol.
Marcos Acuña (7): su aparición ordenó al equipo. Le dio alas con sus relevo a los avances de Tagliafico, aportó desborde y pegada. Irreemplazable.
Lionel Messi (6): sus regates en velocidad fueron más productivos en los primeros minutos, cuando Argentina fue pura agresividad. Rebotó un par de buenas pelotas, en algunos contragolpes no decidió con lucidez. Pero su sola presencia siempre atrae atención; en esta Selección tiene menos responsabilidad. Que su mejor versión aparezca en semifinales.
Sergio Agüero (7): generoso en la presión y al tirarse a los costados para liberarle el carril central a Lautaro Martínez. Participó en los dos goles: sacó el remate que Lautaro Martínez desvió de taco para el 1-0 y probó de afuera del área para forzar el error de Fariñez en el 2-0 de Lo Celso.
Lautaro Martínez (8): una bestia; con movilidad y presión extrema enloqueció a la defensa adversaria. Con un taco que pasó entre las piernas de Fariñez marcó el 1-0, el sexto gol en 10 presentaciones en la era Scaloni. Generó faltas, pegó un tiro en el palo y volvió a demostrar que tiene el perfil de un jugador de Selección. El DT lo sacó para cuidarlo en el inicio del segundo tiempo.
Ángel Di María (6): entró bien; encarando desde la derecha, con sus corridas le dio oxígeno a Argentina en los últimos minutos e incluso generó algunas aproximaciones.
Giovani Lo Celso (6): oportuno, apareció en el área para capturar el rebote en Fariñez tras el remate de Agüero. Consiguió frenar con tenencia el momento de mayor empuje de Venezuela.
Lionel Scaloni (7): acertó en la estrategia. Con la presión extendida y agresiva en los primeros minutos contrarrestó los cinco mediocampistas que dispuso Venezuela. Esta vez, con los cambio logró su cometido de quitarle ritmo a la búsqueda de reacción del rival (lo ayudó, claro, el oportuno gol de Lo Celso).