El croata Luka Modric fue nombrado hoy como mejor futbolista del Mundial de fútbol de Rusia a pesar de perder la final por 4-2 ante Francia.
El centrocampista del Real Madrid capitaneó a Croacia hasta el último partido del torneo, pero no pudo levantar la copa de campeón ante la potencia del conjunto galo.
Con el premio al mejor jugador, Modric dio además un paso de gigante hacia lo que puede ser su primer Balón de Oro, el primero para un jugador que no es Cristiano Ronaldo o Lionel Messi desde 2007.
Modric llegó a la final habiendo corrido más kilómetros que nadie desde que arrancó el Mundial. Fueron 63 kilómetros atacando, defendiendo, moviendo los hilos de Croacia, dando asistencias y marcando goles.
En un deporte donde los profesionales son cada vez más grandes, más altos y más fuertes, Modric es la excepción.
Es cierto que tiene una resistencia prodigiosa —jugó tres prórrogas para llegar a la final—, pero su silueta dista mucho del prototipo actual de futbolista. Hoy bregó en el medio del campo del estadio Luzhniki con Paul Pogba, 1,91 metros y casi 90 kilos de puro músculo.
El croata Luka Modric y el francés Kylian Mbappe posan con sus premios individuales. Foto: AP.
Nacido en Zadar el 9 de septiembre de 1985, Modric ya está considerado como el mejor futbolista croata de todos los tiempos. El que ocupaba ese lugar, Davor Suker, es ahora el presidente de la federación y no dudó en decir: “Si yo tuviera un voto para elegir al mejor del Mundial, a Luka le daría tres votos”.
El panel de expertos de la FIFA coincidió hoy con Suker y le entregó a Modric el premio al mejor futbolista Oro del Mundial. Eso le coloca en la “pole position” para “The Best” y el Balón de Oro, los dos galardones que se entregan anualmente.
El croata celebró esta temporada con el Real Madrid su cuarta Liga de Campeones y en su palmarés lucen además tres Mundiales de Clubes, otras tres Supercopas de Europa, una Liga española y una Copa del Rey. Todos esos títulos los ganó con el club blanco, al que llegó desde el Tottenham tras cuatro temporadas en la Premier League.
El Tribuno