El Estado Islámico vive una fuerte crisis financiera y debe intercambiar prisioneros por dinero

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El Estado Islámico no sólo perdió importantes bastiones que conquistó en los últimos años en Siria e Irak, sino además está sufriendo una fuerte crisis financiera. El grupo terrorista se ha visto obligado a reducir salarios, obligar a residentes a pagar sus cuentas de luz con dólares sacados del mercado negro y poner en libertad a prisioneros a cambio de efectivo.

Los yihadistas, que durante un tiempo estaban en condiciones de acuñar su propia moneda, en la actualidadapenas pueden hacer frente a sus gastos. Los bombardeos de la coalición internacional y otras medidas han contribuido a esta crisis de ISIS.

En sus mejores épocas en las que contaba con suficiente capital, la organización yihadista se ganaba la lealtad de sus combatientes pagándoles por irse de luna de miel o incluso cubría sus gastos por tener hijos.

En las ciudades tomadas por el Estado Islámico escasean los productos básicos, mientras que la inflación no para de crecer, según relatos de exiliados y algunos testigos en el campo, consigna la agencia AP. Las entrevistas se realizaron durante varias semanas, inclusive a tres exiliados que tienen familiares y conocidos en Raqqa y Mosul, bastiones de ISIS.

Algunos analistas consideran que la organización yihadista está sacando fuentes financieras alternativas, como por ejemplo en Libia.

En Raqqa, los salarios se redujeron a la mitad, se impuso un racionamiento a la electricidad y los precios de los productos básicos se volvieron inaccesibles.

«Todos los salarios se han cortado, no solo los de los combatientes. Todo servidor público, desde los tribunales hasta las escuelas, tienen salarios cortados por la mitad», señaló un activista originario de Raqqa que ahora vive en Gaziantep, en Turquía, pero que sigue en contacto con gente en su ciudad natal.

El Estado Islámico destina la mayor parte de su capital a los salarios de sus terroristas, a reemplazar equipos y armas perdidas en batallas o en bombardeos.

Esos gastos conforman dos terceras partes del presupuesto, calcula Aymenn Jawad al-Tamimi, un experto del Middle East Forum que analiza documentos de ISIS.

En las últimas dos semanas, el grupo yihadista empezó a aceptar únicamente dólares para «impuestos» y para las cuentas de agua y electricidad, indicó el activista de Raqqa que pidió ser identificado solo por su nombre de guerra, Abu Ahmad, por razones de seguridad.

«Todo se tiene que pagar en dólares», expresó.

Su versión fue confirmada por otro antiguo residente de Raqqa que, al igual que Ahmad, se comunica con frecuencia con su red de familiares y conocidos en la ciudad.

Al-Tamimi descubrió un documento que describe el recorte de salarios en Raqqa: «Debido a las circunstancias excepcionales que vive el Estado Islámico, se ha decidido reducir por la mitad todos los salarios pagados a los muyaidines y nadie estará exento de esta decisión, no importa cuál sea su cargo o posición».

Tales circunstancias incluyen la caída en picada del precio del petróleo –que era una fuente clave de ingresos-, bombardeos que han pulverizado centros financieros, depósitos de combustible y líneas de suministro y, lo que es muy importante, la decisión del gobierno iraquí de dejar de pagar sueldos a sus empleados en territorios controlados por los extremistas.

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