Manpreet Singh nació en 1995 y parecía ser un bebé sano, pero al año, sus padres vieron que el pequeño dejó de crecer. Hoy a los 23 tiene el mismo tamaño de un bebé, es decir el hombre quedó atrapado en el cuerpo de un niño.
El joven es de la comunidad de Hisar, en el noroeste de la India, donde hoy vive con su tío y su tía. Los médicos creen que tiene un problema hormonal y podría padecer el Síndrome de Laron, una rara enfermedad genética que causa la falta de una hormona que estimula el crecimiento de las células.
Esta condición de Manpreet despertó la curiosidad de los habitantes del pueblo, que comenzaron a venerarlo como la encarnación de un Dios.
Además de detenerse su tamaño, también se detuvo el desarrollo de sus capacidades intelectuales, por lo que solo dice algunas palabras y mantiene una comunicación básica a través de gestos: llora, grita y se ríe.
Su familia se preocupa por la salud ya que es posible un empeoramiento. «Lo llevamos a lo de algunos doctores, pero su condición no puede mejorar. Aceptamos su destino y estamos felices de tenerlo con nosotros porque su alegría ilumina el ambiente», dijo su primo.
Fuente: http://eldoce.tv