El gobierno de Alberto Fernández, junto a la molinería, la exportación y el mercado granario encendieron las luces de alarma sobre la situación que reporta la plaza local: no hay trigo para comercializar, su precio se disparó a 203 la tonelada para el grano disponible y está congelada la exportación de este cereal.
La intención del Ministerio de Agricultura, a cargo de Luis Basterra, es no intervenir de manera oficial y es por eso que solicitó a diferentes entidades vinculadas a la compraventa del cereal en el ámbito doméstico que articulen medidas de manera conjunta para asegurar el abastecimiento del cereal para los molinos y la harina para la industria. Allí se acordó que la exportación, en caso de ser necesaria, sirva de proveedor para contener efectos negativos sobre los precios internos de la economía.
El tema fue evaluado en detalle en el marco de una Mesa de Seguimiento del Mercado de Trigo, convocada por los funcionarios Julián Echazarreta, secretario de Agricultura, y Javier Preciado Patiño, subsecretario de Mercados Agropecuarios. De la misma participaron José Martins, presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires; Gustavo Idígoras, presidente del Centro de Exportadores de Cereales; y Diego Cifarelli, referente de la Federación Argentina de la Industria Molinera.
“Estamos trabajando en el ámbito privado para que no haya ninguna intervención oficial en el mercado granario”, explicó a Infobae uno de los asistentes a la reunión. Si bien se concretó un primer encuentro grupal ahora funcionarios y privados siguen en tiempo real todo lo que está sucediendo en el mercado triguero.
Está claro que falta trigo disponible para atender la demanda de los molinos y generar la harina necesaria que reclama la industria y la panificación. Sin embargo, el gobierno dejó en claro que no se propone intervenir en el mercado y por lo tanto continúa abierto el registro de exportadores para la declaración de las ventas al exterior.
Sin la posibilidad de generar un precio de interés para la producción, la preocupación de la molinería está dada por contar con el abastecimiento de granos suficientes como para mantener en marcha el ciclo de producción durante todo el 2020. Allí el sector exportador -donde se constata una paralización en las ventas al exterior tras la suba aplicada en las retenciones- se comprometió a abrir con fluidez sus depósitos para colaborar con los molinos harineros.
El mercado triguero sufre hoy un cuello de botella. Los productores no están cerrando nuevas ventas luego de haber pre vendido en diciembre gran parte de su cosecha. Se estima que cerca del 80% de trigo nuevo ya fue adquirido semanas atrás por la industria y la exportación, donde las ventas por parte de los productores fueron fluidas porque buscaron cubrirse del aumento de las retenciones, que para el trigo pasaron de 6,7 al 12%.
Suba de precios
Otro factor a tener en cuenta y que presiona sobre el mercado en su conjunto es la suba continua que experimentó el valor del trigo desde los inicios de diciembre pasado: la tonelada de cereal hoy en las pizarras del Matba-Rofex establece un valor de USD 211,5 por tonelada para la posición marzo 2020, y de USD 219 por tonelada para julio próximo.
En Rosario, el precio para el trigo disponible subió un 3% en la jornada de ayer, y cotizó a USD 203 la tonelada.
Los datos oficiales del Ministerio de Agricultura refieren una cosecha para el ciclo 2019-2020 de 19 millones de toneladas, de las cuales la exportación ya tomó posición de unas 13,4 millones de toneladas de trigo. El mercado interno argentino de harina de trigo requiere un abastecimiento anual de 6,6 millones, de los cuales 1,4 millones ya están en poder de la molinería y también la promesa de contar con lotes que actualmente están en manos de la exportación.
Aún restan comercializar unos 4 millones de toneladas, las cuales no se están moviendo, hecho que motivó el interés de los funcionarios del Ministerio de Agricultura para que esta inactividad no afecte los precios domésticos ni tampoco el normal abastecimiento del cereal para la demanda interna.