El Gobierno pule los detalles de la marcha del sábado y define cómo presentar a Macri

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Aún no se sabe de qué manera hablará el Presidente. No está definido aún el lugar físico: si lo hará entre la multitud, si sobresaldrá del resto, si será en alguna tarima improvisada. Lo que por ahora trascendió es que la idea es que no existan vallas, ni escenario, ni “corralito”.

Por estas horas, los encargados de la estrategia de campaña aseguraban incluso que el Presidente podría llegar en tren. Por ahora es una versión. De ser así, no está decidido desde dónde. Los cerebros de la comunicación presidencial buscan mostrar en ese sentido a un Mauricio Macri cercano a la sociedad. Rodeado de gente. Sin custodia ni protocolo -el operativo de seguridad a cargo de Casa Militar se mantiene en estricta reserva-, acorde al nuevo estilo de campaña que el jefe de Estado inaugurará este sábado de cara a las elecciones de octubre con una convocatoria abierta en las Barrancas de Belgrano, en la zona más acomodada de la ciudad de Buenos Aires y en donde el Gobierno registra sus mayores niveles de popularidad.

Con detalles de la logística aún por pulir, el jefe de ministros, Marcos Peña, el secretario General, Fernando de Andreis, y los funcionarios que le responden encabezaron en estas horas diversas reuniones destinadas a apuntalar la participación de Macri del sábado, la primera de la campaña bajo el slogan “Sí se puede” con el que el Gobierno tratará de dar batalla en las elecciones generales tras la derrota del domingo 11 de agosto en manos de Alberto Fernández, que ya arma en silencio su gabinete.

Sin estimaciones concretas, la Casa Rosada planea copar el sábado la zona de Barrancas de Belgrano. Fue parte de lo que hablaron este lunes en la reunión de Mesa de Acción Política, unas horas antes de que Macri inicie su viaje en avión privado hacia Nueva York, para participar de la reunión de Naciones Unidas. El Presidente conversó por una hora con Peña, Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Miguel Ángel Pichetto, Rogelio Frigerio, Mario Negri, Luis Naidenoff, Federico Pinedo y Mario Quintana.

La nueva estrategia de campaña, con mayor desarrollo territorial y menos carga en redes sociales, había sido discutida en su momento por los socios de la coalición de gobierno antes de la oficialización, desplegada la semana pasada en un encuentro en el búnker de la calle Balcarce. Treinta marchas en treinta cuidades, fue la conclusión.

Desde la Coalición Cívica explicaron que todavía no está resuelta la participación de Elisa Carrió en la convocatoria porteña. La líder de la Coalición Cívica había estado la semana con Macri en un evento en Tucumán. “Está viajando mucho”, resaltaron. Sí está previsto, de todos modos, que se convoquen los principales dirigentes de la CC, en especial los de la Ciudad. Aún no recibieron precisiones por parte del equipo de campaña nacional.

En el caso de la UCR, la seccional de la Ciudad empezó a movilizar militantes. Todavía está en duda la presencia de Martín Lousteau, que en los últimos tiempos trabó una estrecha relación con el jefe de Gobierno. No estará Negri, dedicado de lleno a Córdoba: tiene pasaje de vuelta para su provincia el miércoles. Si habrá diputados de la Ciudad de todos los partidos de la coalición.

La gobernadora bonaerense, en tanto, tiene en agenda verse el miércoles con el jefe de Estado, a su vuelta de Estados Unidos. Será en Florencio Varela, en el primer acto conjunto de campaña. En la Provincia, los distritos que el mandatario tiene previsto recorrer bajo la nueva modalidad son La Plata, Mar del Plata, Bahia Blanca, Vicente López, San Isidro, Tigre y San Fernando.

Rodríguez Larreta y Vidal trabajan desde hace tiempo en tándem. La debacle electoral de las PASO reforzó ese vínculo, y dinamitó la interacción de esa sociedad política con Peña. A tal punto que una semana después de las primarias, el jefe de Gobierno y la gobernadora le pidieron a Macri que lo corriera.

El pedido no prosperó. Y los integrantes de la histórica mesa chica del PRO tuvieron que limar asperezas, dejar las rencillas de lado y trabajar con la menor cantidad de diferencias posibles hasta el domingo 27 de octubre. Después será otra la historia.

El jefe de gobierno trabaja a destajo para evitar el balotaje. Está ocupado en cerrar todos los frentes a su alcance para llegar a ese objetivo, incierto por ahora. En la administración de la Ciudad también se muestran expectantes por el evento del sábado. En territorio porteño, los responsables de la campaña de Rodríguez Larreta notaron en los últimos días un crecimiento de la imagen del candidato presidencial del Frente de Todos. Pero también observaron que la popularidad de Macri se mantiene estable. En ese contexto, el Presidente vuelve a la calle. Es la primera de treinta marchas para intentar dar vuelta un resultado demasiado adverso.

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