En medio del aislamiento obligatorio por el coronavirus, la reapertura de algunas actividades ilusionó a las autoridades de la Iglesia Católica argentina con obtener algún tipo de excepción que les permitiera retomar lentamente las actividades religiosas. Sin embargo, al menos por ahora, eso no será posible.
La Conferencia Episcopal le envió ayer una carta al presidente Alberto Fernández para pedirle formalmente la “apertura gradual” de las iglesias, con el objetivo de que se puedan volver a celebrar las tradicionales misas. Incluso, los obispos Oscar Ojeda y Carlos Malfa se reunieron con el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, y plantearon la posibilidad de retomar la celebración de la eucaristía “con los debidos recaudos sanitarios dispuestos” por las autoridades nacionales: el protocolo de seguridad incluiría servicios religiosos con menos personas, una distancia de dos metros entre los fieles y sin cola para comulgar.
Ninguna promesa alcanzó: Infobae adelantó ayer que la solicitud no había sido vista con agrado por el Gobierno, por lo que tenía pocas chances de prosperar. Y así fue: esta mañana, la propia Iglesia informó que su pedido fue denegado por las autoridades gubernamentales.
“Como respuesta al pedido realizado por la Comisión Ejecutiva al gobierno nacional, el secretario de Culto, doctor Guillermo Olivieri, transmitió que las autoridades nacionales continuarán evaluando la consulta, pero por ahora es necesario mantener las actuales medidas de prevención y aislamiento que afectan a las celebreaciones religiosas”, resumió la Conferencia Episcopal a través de un comunicado.
Fuentes del oficialismo habían aclarado en diálogo con este medio que el reclamo no vino desde Roma y que “nada tuvo nada que ver” el Papa Francisco. “Hay una interna con algunos sectores que no entienden la gravedad de la crisis sanitaria”, analizaron.
Encuentro con evangélicos
El presidente Alberto Fernández mantuvo el martes una reunión con representantes de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE), quienes pusieron sus templos a disposición de las autoridades nacionales, para que sean utilizados como centros de aislamiento en el marco de la lucha contra la pandemia.
Acompañado por el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, y por el secretario de Culto, el jefe de Estado recibió a Néstor Oscar Míguez, presidente de la FAIE y de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina; Osvaldo Corazza, vicepresidente de la institución y oficial mayor del Ejército de Salvación; Marcela Mercuri, del Centro Cristiano Nueva Vida; Ana María Velilla de De Medio, de la Iglesia Discípulos de Cristo, y Leonardo Schindler, presidente de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata.
El encuentro se produjo en el marco del proyecto “Seamos Uno”, del que participan organizaciones como Cáritas y Amia para recibir donaciones y distribuir alimentos y productos de higiene en barrios necesitados de la Argentina. En este caso no hubo un pedido para que se reabran los templos. La reunión se cerró con una oración realizada entre los pastores y Alberto Fernández, para «pedir por el país, por el Presidente y por el fin de la pandemia”.