Un día después de que Estados Unidos confirmara que le impondría tasas compensatorias al biodiésel que importa desde la Argentina, el Gobierno expresó su «rechazo y preocupación» por la decisión del Departamento de Comercio norteamericano.
En un comunicado, la Cancillería desestimó que el biodiésel producido en la Argentina tenga apoyo del Estado en forma de subsidios, y así desarticuló el principal argumento de los Estados Unidos para imponer aranceles compensatorios de entre el 50% y el 64% al combustible argentino.
Según el comunicado, el Departamento de Comercio norteamericano le había anticipado a la Argentina «meses atrás» la decisión de aplicar aranceles compensatorios al biodiésel argentino, y para Cancillería, «estos derechos preliminares son consecuencia de la investigación promovida por productores privados de biodiésel de los EEUU».
«El Gobierno argentino que, junto con el sector privado nacional involucrado, coopera plenamente con la investigación que continúa llevándose a cabo, desea expresar su preocupación y recuerda una vez más que a nivel comercial multilateral se ha establecido que la Argentina no otorga subsidios a la producción de biodiésel», resaltó la misiva difundida por el Palacio San Martín.
En la misma línea, Cancillería manifestó «su rechazo a la magnitud de los derechos preliminares impuestos, superiores al 50%, que en las presentes circunstancias no se corresponden con ningún tipo de investigación objetiva ni metodología aceptable desde el punto de vista de las normas de la OMC».
El comunicado además sostiene que «las exportaciones argentinas de biodiésel (…) derivan su éxito de la reconocida competitividad de la cadena de la soja en nuestro país. Argentina buscará revertir esta decisión preliminar defendiendo el interés de nuestro país, evaluará todas las opciones disponibles y se reserva el derecho de llevar adelante las acciones legales pertinentes».
Al respecto, según informaron fuentes del Palacio San Martín a Infobae, el Gobierno no descarta presentar una demanda ante la Organización Mundial del Comercio, aunque privilegiará el diálogo con el gobierno de Donald Trump para buscarle una salida al conflicto.
El miércoles, el Departamento de Comercio de Estados Unidos decidió aplicar una tasa adicional de a las importaciones de biodiésel desde la Argentina por considerar que la producción está «subsidiada». Así lo informó el Departamento de Comercio de Estados Unidos, al emitir la Comisión Nacional de Biodiésel un comunicado en el cual afirma que se impondrían aranceles compensatorios que irían desde un 50,29% a un 64,17% para el caso de Argentina y de entre 41,06% y 68,28% en lo que respecta a Indonesia. En 2016, las importaciones estadounidenses de biodiésel de Argentina e Indonesia fueron de unos USD 1.200 millones y USD 268 millones respectivamente, según el Departamento de Comercio norteamericano, organismo que aplicará las tasas a la importación.
La Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), que representa a los exportadores argentinos, calificó la medida de «proteccionista» y consideró que habrá una inmediata paralización de los envíos del biocombustible hacia Estados Unidos.
El biodiésel, producido a partir de materia prima vegetal, animal o mezcla de ambos, es generado también por unos 30 estados norteamericanos que hoy se consideran en desventaja respecto del combustible que producen Argentina e Indonesia.
La Argentina llegó al cuarto puesto como productor mundial de biodiésel durante 2016, con 2,25 millones de toneladas producidas, y ese mismo año fue el récord de exportaciones por 1,43 millones de toneladas al mercado americano, por un importe total de USD 1.100 millones.
Antecedentes
En octubre de 2016, la OMC ratificó un fallo favorable a la Argentina contra la Unión Europea por los aranceles antidumping que impuso el bloque a las importaciones de biocombustible nacional. La decisión llegó luego de que en 2013 el bloque impusiera un gravamen de importación promedio de 24,6% con el argumento de que la Argentina estaba cometiendo dumping al vender su biodiésel por debajo del costo de producción, lo que perjudicaría a los productores del bloque. Tras la decisión de la OMC, a la Argentina se le reabrió un mercado de unos USD 1.200 millones.
El año pasado, Perú tomó la misma postura que la UE, y a través del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), aplicó derechos antidumping al biodiésel argentino de entre el 17% y el 31,6% para bloquear su ingreso.
Ese proceso fue iniciado en abril de 2014 a partir de una presentación realizada ante el Indecopi por Industrias del Espino, controlada por el Grupo Romero, una corporación peruana con participación en los rubros agroindustrial, logístico, portuario y de telecomunicaciones, entre otros.
Una de las unidades de negocio de Grupo Romero es Grupo Palmas, la cual se dedica a la elaboración de aceite de palma y elaboración de productos derivados del mismo (jabón, aceite comestible y margarina).
En 2014 la compañía debió cerrar una planta de biodiésel propia, localizada en Tocache, porque el costo de generación del biocombustible elaborado con aceite de palma no podía competir con el producto argentino fabricado con aceite de soja.
El comunicado completo
El canciller argentino, Jorge Faurie (Martín Rosenzveig)
Como había anticipado el Departamento de Comercio de los Estados Unidos a la Argentina meses atrás, el 22 de Agosto pasado dicho departamento impuso derechos compensatorios preliminares a las importaciones de biodiesel provenientes de Argentina.
Estos derechos preliminares son consecuencia de la investigación promovida por productores privados de biodiesel de los EEUU.
El Gobierno argentino que, junto con el sector privado nacional involucrado, coopera plenamente con la investigación que continúa llevándose a cabo, desea expresar su preocupación y recuerda una vez más que a nivel comercial multilateral se ha establecido que la Argentina no otorga subsidios a la producción de biodiesel.
Asimismo manifiesta su rechazo a la magnitud de los derechos preliminares impuestos, superiores al 50%, que en las presentes circunstancias no se corresponden con ningún tipo de investigación objetiva ni metodología aceptable desde el punto de vista de las normas de la OMC.
Las exportaciones argentinas de biodiesel, una exportación con valor agregado y promovida por los estándares medioambientales vigentes en los países más desarrollados, derivan su éxito de la reconocida competitividad de la cadena de la soja en nuestro país.
Argentina buscará revertir esta decisión preliminar defendiendo el interés de nuestro país, evaluará todas las opciones disponibles y se reserva el derecho de llevar adelante las acciones legales pertinentes.