En medio de la vorágine de la campaña nacional y la dura puja electoral bonaerense, en la Casa Rosada llegó ayer un aire de optimismo desde la Patagonia: la posibilidad concreta de que Juntos por el Cambio pueda ganar el domingo la gobernación de Santa Cruz que está en manos del kirchnerismo desde hace más de 25 años.
Una encuesta y un fallo de la Cámara Nacional Electoral alentaron los ánimos de Mauricio Macri en las últimas horas para lograr en estas PASO un «golpe de efecto» en la pelea contra el kirchnerismo nada menos que en el territorio propio de Cristina Kirchner que este domingo definirá al nuevo gobernador.
Por primera vez, después de varios meses de estar atrás en los sondeos, llegó al despacho de Macri una encuesta que lo da ganador al radical Eduardo Costa con la sumatoria de todo el lema Nueva Santa Cruz -que tiene 39,9% de los votos- frente al lema del Frente de Todos que lidera la actual gobernadora y cuñada de la ex presidenta, Alicia Kirchner con la sumatoria del 36,4% de intención de voto.
En Santa Cruz hay ley de lemas por lo que en el sondeo realizado por la consultora Corinto le da 20,4% a Costa y 17,2% a Alicia Kirchner aunque en la sumatoria total de cada sublema el macrismo estaría ganando la gobernación. Costa armó un lema con 7 candidatos y Alicia Kirchner lleva un lema con tres candidatos.
«Estas elecciones pueden resultar cruciales para el Gobierno nacional y para Macri no sólo porque aquí se jugará el poder del kirchnerismo sino que en Santa Cruz se sustentan punteros bonaerenses del PJ con el dinero de los santacruceños», expresó Costa a Infobae.
La denuncia del candidato a gobernador de Nueva Santa Cruz apunta a unos 2.000 empleados de la gobernación de Alicia Kirchner que no vivirían en la Patagonia sino que tienen domicilios en diferentes municipios bonaerenses y trabajarían en la campaña de los candidatos del Frente de Todos en el conurbano.
Costa explicó que «con la caída del modelo santacruceño encarnado en Alicia Kirchner van a desaparecer muchos punteros bonaerenses y un esquema de hacer política que la gente ya no quiere». Según el candidato del macrismo, en Santa Cruz hay un 35% de las escuelas que están cerrados por problemas edilicios, el desempleo llegó al 18% y el sistema de salud «está colapsado».
Sin embargo, no sólo la encuesta que lo da ganador a Costa alentó el ánimo de la Casa Rosada. También la aplicación de un reciente fallo de la Cámara Electoral Nacional que resolvió que no podrán ir juntas la boletas de los precandidatos de las PASO con los candidatos de las elecciones provinciales. Es que esa medida complicaría la estrategia del kirchnerismo que pretendía que Cristina Kirchner, la cara más visible e histórica de Santa Cruz, comparta boleta con los candidatos locales del Frente de Todos. Ahora no se podrá dar esto y el «voto arrastre» no sería tan fácil de lograr.
Macri tiene mucha expectativa en el resultado de Santa Cruz. De hecho, la semana pasada envió allí al candidato a vicepresidente Miguel Angel Pichetto y al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, a sumar voluntades de los santacruceños para enfrentar el aparato de Alicia Kirchner.
«La presencia de Pichetto, que garantiza una verdadera unidad en el peronismo después de los comicios, generó buen clima en nuestro electorado», apuntó Costa sobre el raíd electoral que hizo el candidato a vicepresidente de Macri.
El peronismo dividido
Alberto Fernández estuvo desde el inicio de su campaña en Santa Cruz. Allí fue su primer acto como flamante candidato a presidente del Frente de Todos y en esa visita cuestionó «las políticas de mucho descuido de la Nación con Santa Cruz».
Sin embargo, el candidato presidencial trató de hacer un equilibrio supremo en Santa Cruz. Elogió a Alicia Kirchner al sostener que «hizo lo imposible por levantar esta provincia» pero se cuidó de no rechazar a los votantes de Javier Belloni o Claudio Vidal que tienen una larga historia de desencuentros con la gobernadora pero van como candidatos en el lema Frente de Todos.
«No vengo a hablar mal de nadie, lo que vengo es a dar vuelta la página y pedir que trabajemos todos por la unidad del peronismo», dijo en esa visita Alberto Fernández en señal de distensión al lema Frente de Todos.
Es que Belloni está duramente enfrentado con Alicia Kirchner y llegó a plantear que de un «modelo agotado» de gobernar Santa Cruz y pidió «diálogo y consenso». El intendente de El Calafate apostó por ganarle la compulsa interna a Alicia Kirchner pero no parece haber logrado ese objetivo.
El macrismo buscará sacar rédito de esa puja interna en el peronismo de Santa Cruz y en la Casa Rosada ya sueñan con dar un «golpe de efecto» con la victoria simbólica al kirchnerismo en su propia tierra. «Si se puede en el Sur por qué no a nivel nacional», se entusiasmó un secretario de Estado que sigue de cerca la campaña de Macri.