El hipódromo bandeño existió hasta el año 1936. Abarcaba parte de lo que ahora son terrenos del Tiro Federal, el cementerio y las vías del ferrocarril Central Argentino.
Frente a la tribuna, a escasos metros de ella se ubicaba el palco donde se reunía la comisión de carreras y a 50 metros estaba la línea de llegada. El juez de carrera era designado minutos antes por el comisario departamental.
Se llevaron adelante en esas instalaciones, carreras cuadreras (325 metros) y otras de 600, 700 y 1.000 metros.
El hipódromo de La Banda se creó por iniciativa de la Sociedad Rural.
Marcelo Ábalos cuenta que su padre trajo desde Buenos Aires un pour-sang al que llamó El Césped. Este caballo mantuvo en el año 1928 con la yegua Fripona (propiedad de Daniel y Clámades Herrera), una carrera que despertó la atención de los bandeños, constituyéndose en un verdadero acontecimiento social. Tras correr 700 metros, se impuso El Césped. El pour-sang sufrió en esa oportunidad un accidente de una mano, lo que exigió que desde entonces fuera asistido con cuidados especiales y vendajes.
El culto al caballo se mostraba en las carreras. Tener un animal ponderado y respetado era afán de aficionados y dueños de las estancias, los que asumían un gasto importante, ya que además de mantener al animal debían buscar gente especializada para prepararlo y adiestrarlo.
Desde 1888 existió en la provincia una ley que estipulaba condiciones sobre partidas, medidas de la pista, peso de los corredores, cantidad de las apuestas, sorteo del andarivel de partida, designación de jueces.
Tomado de La Banda, imágenes y recuerdos de Lidia Grana de Manfredi y María de las Nieves Salido de Martínez.
Fuente: http://sgodelest.blogspot.com/
Gracias La Banda Diario por rescatar estas cosas.Un saludo