Autoridades municipales inspeccionaron el avance de la obra en la calle Rebotaro que lleva un desarrollo de 750 metros desde la Ruta 51 hasta el ingreso al barrio Tabla Redonda. El proyecto contempla unirla con calle Monteagudo.
En ese contexto, el intendente Roger Nediani destacó que la obra es estratégica ya que solucionará problemas de congestionamiento de tránsito en avenida Besares y Ruta 51.
La obra incluye la pavimentación de 3.000 metros y un sistema de desagües pluviales que resolverán un problema histórico de inundaciones que afectaba a un cuarto de la ciudad.
Durante la inspección se destacó la realización de nuevas pendientes para el desagüe y la colocación de las alcantarillas. También la importancia de la limpieza de los laterales de la vía que estaban cubiertos de maleza.
La obra, que se estima durará entre cinco y seis meses se sumará al Paseo de Trujillo con lo que se logrará una transformación del sector.
