El jefe de las FARC reveló que pudieron atentar contra Santos pero privilegió la chance del diálogo

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560c0d6fdee13_510x339Rodrigo Londoño, alias Timochenko, consideró al paramilitarismo como el “tema más complejo” en las conversaciones entre la organización y el gobierno, se manifestó optimista en llegar a un acuerdo definitivo, aunque “seis meses pueden ser cortos”, y reveló que la guerrilla abortó los planes de atentar contra el presidente Juan Manuel Santos para favorecer la chance de un diálogo de paz.

«En esos meses un comando nuestro informó que tenía todas las condiciones para atentar contra el presidente Santos y en eso Alfonso fue tajante: ‘si estamos dialogando eso no es válido, desmonten todo lo que tienen’; fue una orden sin derecho a discutir», relató Timochenko.

Cano tenía, según Timochenko, especial entusiasmo por alcanzar un acuerdo de paz, lo que hizo que «bajara un poco la guardia», algo que «en buena medida incidió mucho» en su muerte.
«En esa situación el presidente Santos tiene que darse cuenta de que cometió un error político grande», dijo, en referencia a la muerte de Cano durante un cerco militar denominado «Operación Odiseo».
Timochenko tuvo un especial recuerdo para con el fallecido ex presidente de Venezuela Hugo Chávez, a quien dijo que le hubiera gustado tener en la firma, la semana pasada, del acuerdo sobre justicia transicional.
“Yo soy testigo del esfuerzo tan grande de las cosas que hizo Chávez en función de garantizar el proceso de paz. Fui testigo del amor que el le tenía al pueblo colombiano”, destacó, y reveló que se reunió tres veces con el líder de la Revolución bolivariana para explorar la chance de negociaciones con el Ejecutivo colombiano.
Reseñó cada uno de esos encuentros, que se dieron cuando ya Chávez daba muestras de cómo el cáncer afectaba sus movimientos. «Nunca se me olvida la despedida: una frase de (prócer independentista venezolano, Simón) Bolívar: ‘para tener patria hay que tener vida; cuídese Timochenko», dijo Chávez, según el jefe de las FARC.
Por otra parte, el jefe guerrillero instó a reforzar la tarea de “llamar a esos sectores económicos que representan los medios a apostar por la paz”, y evaluó que “el tema más complejo en la mesa es el del paramilitarismo, no de las estructuras en sí, sino de la concepción que hay en el manejo del poder a través de las armas, de la intimidación”.
Para Timochenko, se puede llegar a un acuerdo en marzo del 2016 -como quedó acordado-, “si hay voluntad, porque si no, esos meses pueden ser cortos”. “El acuerdo no es la paz, sino un punto de partida. Lo fundamental es generar un ambiente en el que todas estas luchas las podamos hacer sin darnos tiros», remarcó.
Fue tajante en afirmar que “no se dejará el terreno abonado para una nueva confrontación» y reivindicó la ronda de consultas de las FARC antes de negociar, por lo que “no hay un solo guerrillero ni en mando ni combatiente, que haya expresado desacuerdo».
Admitió que “la reconciliación no va a ser fácil» debido a «las heridas» del conflicto, y expresó que no pedirá perdón por sus actos porque no está arrepentido de ellos.
Las FARC y la administración de Santos negocian desde noviembre del 2012 en La Habana, con Cuba y Noruega como garantes de las conversaciones, y Chile y Venezuela como acompañantes.

Télam

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