Pueden ser cuadros valiosos, objetos paleontológicos o piezas arqueológicas de gran valor cultural. En tal caso a la Dirección de Protección de Patrimonio Cultural de Interpol-Policía Federal le interesa recuperarlas más allá de su valor económico y porque las cifras de obras de arte robadas en la Argentina son elevadas: hasta hoy se llevan registradas 4.800 denuncias de piezas de arte secuestradas en nuestro país pese a que en los últimos 15 años se lograron recuperar 12.277 obras.
Muchos de estos datos de obras de arte robadas no aparecen en los casos policiales aunque hay un ejército de investigadores detrás de ellos y mucho dinero que se mueve en ese mercado negro del arte.
«Por las características de los objetos relacionados con obras arqueológicas o paleontológicas robadas son más pasibles de ser traficados ya que muchas veces, en los controles fronterizos, pasan como si fueran simples piedras u objetos cerámicos sin valor patrimonial», señaló a Infobae el comisario inspector Marcelo Daniel El Haibe que es jefe del Departamento de Protección del Patrimonio Cultural de Interpol-Policía Federal.
Según datos oficiales, la cantidad estimada de obras recuperadas desde la creación de la oficina que lidera El Haibe bajo la estricta supervisión del jefe de la Policía Federal, el comisario general Néstor Roncaglia, fueron de 12.277 obras de arte desde el 2002 hasta el 2017. De este total, 4.344 son obras de arte, 434 son obras de arte falsificadas, 4.808 son objetos arqueológicos, 1.301 objetos paleontológicos, 1.275 son objetos antiguos y 115 objetos numismáticos.
Actualmente, la dirección de Interpol sigue el rastro de 4.800 obras de arte robadas en la Argentina. Los objetos que más se trafican en el país son piezas arqueológicas y paleontológicas de gran valor cultural. «Estimamos que esto se debe a que, al estar en sitios o yacimientos a cielo abierto, dificulta más su control y se encuentran más expuestos al pillaje», reveló El Haibe.
A la vez, otros bienes culturales que están en la larga lista de obras robadas en la actualidad en la Argentina son los libros, los archivos y los objetos de la Iglesia que muchas veces no tienen la suficiente seguridad.
En base a las estadísticas que Interpol-Policía Federal lleva adelante, la mayor cantidad de robos denunciados en los últimos años se produjo en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en la provincia de Buenos Aires. Aunque también se registran robos en Córdoba, Santa Fe y Mendoza y, en menor medida, en provincias como Entre Ríos, Jujuy y Neuquén.
Entre las piezas con pedido de secuestro hay cuadros de gran valor de pintores argentinos muy reconocidos a la vez que hay objetos antiguos, libros, documentos, objetos arqueológicos, grabados, numismática, esculturas, armas antiguas, platería, joyas, cerámicas, objetos religiosos, dibujos, instrumentos musicales, relojes, objetos paleontológicos, muebles, luminarias y, finalmente, textiles.
Obras recuperadas
Entre los casos más relevantes que El Haibe recuerda como recuperaciones exitosas aparece una obra pictórica de Bartolomé Murillo robada hace 35 años de un museo de Rosario que luego de una larga investigación se encontró en Uruguay. Esa obra tenía un valor estimado de 1,5 millones de dólares.
«En los últimos dos años de investigación hemos llegado a la conclusión que la obra de Murillo se encontraba cerca del lugar del robo. Luego del seguimiento de varias pesquisas, y durante los últimos 6 meses tuvimos la certeza de que el lugar en que se encontraba la obra era en una ciudad de Uruguay», recordó El Haibe. Los tenedores de la obra de arte eran ciudadanos uruguayos que integraban una organización criminal dedicada al narcotráfico.
El otro caso significativo de los últimos años fue el secuestro de 108 objetos arqueológicos (23 momias egipcias), 17 objetos paleontológicos y 72 objetos de propaganda nazi. Ese caso se inició a fines de octubre de 2016 y las obras se hallaron en negocios de venta de antigüedades en un concurrido paseo de Vicente López y en una casa de un coleccionista en Becar donde había 23 momias de animales cada una con una placa descriptiva como de origen egipcio; 85 objetos arqueológicos con motivos egipcios y 72 piezas, de diferentes motivos, relacionadas con la «Alemania Nazi».
En abril pasado, la Dirección de Interpol recuperó tras una larga investigación 50 obras pictóricas falsificadas de autores internacionales y argentinos. A raíz de denuncias efectuadas oportunamente por diferentes fundaciones y familiares de artistas plásticos argentinos, como la Fundación «Pan Kulb» (Museo Xul Solar), Museo de Bellas Artes Benito Quinquela Martín, la viuda de Ducmelic y la mujer de Pérez Céliz, se inició la investigación que logró la localización 230 obras falsas donde estaba involucrada una banda de la localidad bonaerense de José León Suárez que se dedicaba a falsificar la documentación para hacerla pasar por original.
En febrero del 2006 se secuestraron 4 toneladas de piezas fósiles argentinas en la ciudad norteamericana de Tucson, Arizona. Este fue el resultado de una larga investigación en donde se trabajó en conjunto con la oficina Interpol de Washington. En el hallazgo se encontraron huevos de dinosaurio, 27 barriles repletos de piñas fosilizadas y diversos objetos de flora y fauna prehistóricos. Todo esto pesaba unas 7 toneladas y se trataba de piezas paleontológicas en estado de petrificación, procedentes de la Patagonia.
El tráfico de obras de arte no es único de la Argentina. Según pudo saber Infobae, las cifras de la UNESCO estiman que el tráfico ilícito de bienes culturales representa cada año entre 3.400 y 6.300 millones de dólares a nivel mundial.
Ley de registro de obras de arte
Desde el Senado, la legisladora del PRO Marta Varela impulsó un proyecto de ley para crear un registro de comerciantes y bienes culturales como herramienta clave para la investigación y prevención del tráfico ilícito en el mercado del arte.
El proyecto de ley de la senadora Varela ya fue aprobado por el Senado y la semana pasada las Comisiones de Cultura y Legislación General de la Cámara de Diputados emitieron dictamen de esa misma iniciativa. Y todo indica que el 21 de este mes el proyecto se tratará en el recinto de la Cámara baja para convertirse en ley.
Durante el reciente Simposio sobre tráfico y robo de bienes culturales organizado por el Archivo General de la Nación, el Ministerio de Seguridad y el Instituto Teoría e Historia del «Arte Julio E. Payro» de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA , la senadora Varela destacó la importancia de aprobar un proyecto de ley para la creación de un registro de comerciantes y bienes culturales para dar cumplimiento a la Convención sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir el tráfico ilícito de bienes culturales aprobada por la UNESCO en 1970.
Así, la iniciativa contempla crear un registro que mencione la procedencia de cada bien cultural, el nombre y la dirección del proveedor, la descripción y el precio de cada bien vendido. Así, se obligaría al vendedor de una obra de arte a informar al comprador del bien cultural de la prohibición de exportación de que pueda ser objeto ese bien.
«Si la Argentina logra tener este registro se posibilitaría seguir la trazabilidad de los bienes culturales para prevenir robos y operaciones ilegales sobre nuestro patrimonio cultural», explicó a Infobae la legisladora del PRO.
En tanto, en una mesa de debate sobre «Poder Judicial y Poder Legislativo», el Juez federal Daniel Rafecas recordó una causa judicial que llevó adelante en el 2000 a partir de las investigaciones de la Policía Argentina de Seguridad Aeroportuaria tras decomisar objetos arqueológicos, principalmente de Perú, en locales comerciales y que tuvieron como desenlace la restitución a su país de origen.
Como se puede ver, tanto en ese caso de Perú como en Argentina o en cualquier otro lugar del mundo, el tráfico de obras de arte sigue siendo un gran negocio y un ejército de policías e investigadores trata de frenarlo.