El 1 de diciembre vio, en familia, desde la paz de Pronuncimiento (Entre Ríos), Félix Orode siguió el sorteo del Mundial por televisión, rodeado de Yasmín, su esposa, Salvador y Simona, sus pequeños hijos. A miles de kilómetros de Moscú, a miles de kilómetros de su Nigeria natal, se vio ahí, en junio de 2018, en el Grupo D de Rusia 2018, con la camiseta verde de las Águilas que supo lucir cuando era parte del Sub 20. No se trató de un lapsus ilusorio, de un sueño como el de cualquier futbolero de a pie. La esperanza del mediocampista creativo, de 27 años, tiene sustento.
Orode juega en Argentina, vive en Argentina, pero puede jugar contra Argentina. Es que la Selección que dirige Jorge Sampaoli es uno de los habitantes del Grupo D, junto a Islandia, Croacia y… sí, Nigeria. La Nigeria que le sigue los pasos al «Negro», como le dicen cariñosamente a Félix, en el Torneo Federal A, la tercera categoría de nuestro fútbol, donde defiende la camiseta de Defensores de Pronunciamiento. Uno de los ayudantes de Gernot Rohr, director técnico de las «Águilas», lo contactó en su última visita a su país.
«Se enteraron de que había viajado y me llamó. En ese momento estaba en Sportivo Barracas. Me preguntó cómo estaba en Argentina, cómo me sentía, si estaba adaptado. Y me dijo que me estaban mirando. Eso me puso muy orgulloso y me dio más ganas de trabajar. Sé que es difícil, que hay muy buenos jugadores, pero mientras haya chances, no voy a bajar los brazos. Después, cuando pasé a «Depro», me enteré que seguían mis pasos en el Federal A», dice, entusiasmado.
¿Te ves jugando el mundial contra Argentina?
Es un sueño, es mi ilusión estar en un Mundial, más contra Argentina. Ojalá se pueda dar.
¿Y cómo ves el partido? En el último amistoso ganó Nigeria
Va a ser un partido muy difícil, muy difícil. Argentina tiene muy buenos jugadores, tiene a Messi, es un muy buen equipo. Pero Nigeria también tiene jugadores rápidos en ataque. Además, ya nos tocó jugar en varios Mundiales, yo digo que ya es un clásico.
¿Y no te imaginás mezclado con Iheanacho o Alex Iwobi, figuras de tu país que se destacan en el fútbol europeo?
Sería muy lindo tirar una pared con ellos en un Mundial. Pero eso depende de los entrenadores. Yo tengo que hacer mi trabajo, seguir jugando en Depro y agradeceré a Dios si se da la chance.
Orode llegó a Buenos Aires en 2009 como una gran promesa del fútbol africano. De hecho, su debut en la elite de su país se había dado en 2004, año en el que, con apenas 14 años, conquistó su primer gol defendiendo al Mighty Jets. Tuvo su clímax en Argentina el 21 de noviembre de la temporada inaugural en la Primera División argentina: se presentó con la casaca de San Lorenzo y, a los pocos minutos de su ingreso, le regaló una asistencia a Juan Manuel Torres para sellar la victoria azulgrana nada menos que en el clásico frente a Huracán. Luego, no logró afianzarse. Y peregrinó por Nueva Chicago, Comisión de Actividades Infantiles de Comodoro Rivadavia, Excursionistas, Luján, Comunicaciones, Walter Ormeño de Perú, Sportivo Barracas y este presente en Pronunciamiento, donde parece haber encontrado el espacio para desarrollar su talento. «Estoy muy contento en ‘Depro’. La gente me muestra cariño, mi familia está cómoda. No está la locura del tráfico de Buenos Aires. Allá, si quería llevar a mis hijos a la plaza por ahí tenía dos kilómetros y tardaba una hora. Aquí cruzo la calle y tenemos un espacio verde», destaca, mientras alimenta su anhelo mundialista en contacto con una estrella que fue compañero suyo en la selección juvenil de Nigeria: Víctor Moses, hombre del Chelsea.
Siempre te definiste como un gran fanático de Messi, ¿te gustaría cambiar la camiseta con él?
Me gustaría, yo soy un admirador de Messi, es el mejor. Desde siempre veo cómo juego y me pone feliz cuando le va bien.
Y si Argentina avanza más que Nigeria en el Mundial, ¿vas a ser un hincha más?
Quiero que salga campeón Nigeria. Y, cuando no está Nigeria, que gane Argentina. Siempre quiero que le vaya bien a Argentina.
¿Tu hijo, Salvador, juega al fútbol?
Mi hijo está jugando en la escuelita de Defensores. Juega bien, le pega muy fuerte a la pelota. Él va a decidir a qué se quiere dedicar, si quiere jugar al fútbol o no.
Y si decide jugar al fútbol, ¿a qué selección va a defender?
A las dos.
