En ese escenario que ha visto tantos reclamos de trabajo, Roberto Lavagna expuso las ideas de su corriente para solucionar la grave crisis social.
El 1° de mayo pasado, los curas de la Pastoral Villera de Buenos Aires oficiaron una misa durante la cual reclamaron a la dirigencia política que explique cómo va a disminuir la pobreza.
En respuesta a esa convocatoria, Roberto Lavagna y miembros de sus equipos técnicos se reunieron esta mañana con algunos de los Curas de Villas y Barrios Populares de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, para responder a las preocupaciones y demandas con las propuestas de Consenso Federal en torno al trabajo, la vivienda y la educación.
Los sacerdotes reclaman mayor responsabilidad del Estado en llevar servicios básicos como cloacas, seguridad, electricidad y agua a los barrios populares. Al respecto, Lavagna calificó con un cero la calidad en la gestión argentina en la materia: «Obras empezadas de todo tipo quedan inconclusas; todo eso es plata que salió del presupuesto y no produce nada», ejemplificó.
Propuso además armar un sistema de administración de recursos centralizado en dirigentes de alta capacidad porque «no sólo por decretar una norma la misma se cumplirá, sino que desde el Estado argentino nada se mueve si uno no lo empuja todos los días», advirtió, en base a su larga experiencia en la materia.
Lavagna también elogió el espíritu de la Ley de Relevamiento de Asentamientos para la integración social y urbana que buscaba urbanizar más de 4 mil barrios populares, pero que aún no ha sido reglamentada.
Un plan integral de trabajo para los vecinos de los asentamientos es otro de los reclamos de los curas. «Para nosotros .respondió Lavagna- el tema del trabajo es tan central como para ustedes, porque desde el punto de vista económico, no hay ninguna solución si no se genera trabajo». «La organización de la economía popular es un segmento que habrá que impulsar, estructurar y formalizar para mejorarle la vida a la gente que vive en las villas», agregó.
«He empezado a pensar que hay un sector de la dirigencia argentina al que no le importa en absoluto la pobreza -sentenció el precandidato-. No veo la voluntad de intentar hacer las cosas distintas».
«Estar contentos porque el dólar o el riesgo país haya bajado, mientras la gente no tiene poder de compra es preocupante -siguió diciendo-: lo primordial es ponerle plata en el bolsillo a los argentinos para devolverle por lo menos el 20 por ciento de lo que ha perdido el trabajador este año, al igual que bajar el IVA en los alimentos».
Otro de los ejes del encuentro fue la educación; tema sobre la cual Lavagna insistió en mejorar la inversión «como sucedió en 2004, cuando habíamos logrado superávit fiscal y subimos de 4 a 6 puntos del PIB los montos para la educación. Hoy serían 10.000 millones de dólares».
El Padre ‘Pepe’ Di Paola calificó como «muy fructífero» el encuentro y agradeció a Lavagna el haber respondido a la convocatoria de los curas de las villas y haberse acercado junto a su equipo y sus propuestas. «Estamos muy conformes porque también pudimos hablar sobre los barrios en los que trabajamos», dijo. Luego, le entregaron a Lavagna una estampita y una figura de San Cayetano bendecida, como muestra de agradecimiento a su visita.
Además de Pepe Di Paola, estuvieron presentes el párroco de Villa Soldati, Pedro Bayá Casal, y Gustavo Carrara, Obispo auxiliar de Buenos Aires.
Lavagna fue a la reunión acompañado por Marco Lavagna, diputado nacional y que encabeza la lista de legisladores nacionales por Capital de Consenso Federal, y por Maia Volcovinsky, también candidata a Diputada Nacional por la Ciudad de Buenos Aires.
