El papa Francisco tendrá un almuerzo con ocho indígenas el 15 de febrero próximo, cuando realice una visita al estado de Chiapas, sureste de México, frontera con Guatemala, y escenario del levantamiento armado zapatista de enero de 1994.
El obispo de San Cristóbal de las Casas, en la zona de influencia rebelde, Felipe Arizmendi, dijo que le propuso al Pontífice comer con algunos indígenas y él aceptó. «Es un signo bellísimo», señaló el obispo, quien dijo que organizó una consulta para ver quiénes serán los indígenas que estarán al lado del Papa y «ya se está terminando la selección».
Se considera que el jefe de la Iglesia católica podría departir con representantes de las diversas etnias de origen maya que hay en Chiapas, donde coexisten –entre otros– los tzotziles, tzeltales, tojolabales y los lacaldones.
La visita de Francisco, la doceava de su pontificado y la primera a este país, tendrá lugar del 12 al 18 de febrero próximo e incluirá cuatro estados –México, Chiapas, Michoacán y Chihuahua– y la capital.
En Chiapas, lugar de paso para más de 400.000 migrantes extranjeros, la mayoría centroamericanos, que cruzan año con año por el país rumbo a Estados Unidos, Jorge Bergoglio visitará Tuxtla Gutiérrez, la capital y San Cristóbal de las Casas, a unos 150 kilómetros de distancia.
Entre otras cosas, en esta última ciudad presidirá una misa que será hablada, en parte, en lengua indígena, donde participará un coro de una comunidad étnica y en la que el Papa hablará sobre la «pobreza, la miseria y la exclusión» que persisten en la empobrecida región sureste del país, dijo el obispo.
