El Gobierno del Reino Unido instó este viernes al régimen de Xi Jinping a permitir a la ONU “un acceso total para verificar la verdad” en relación con supuestas violaciones de los derechos humanos en la región noroccidental china de Xinjiang.
“Dice muchísimo que mientras que el Reino Unido se une a la comunidad internacional a la hora de sancionar a aquellos responsables de los abusos contra los derechos humanos, el Gobierno chino sanciona a sus críticos”, afirmó este viernes en un comunicado el ministro británico de Asuntos Exteriores, Dominic Raab.
El funcionario británico hizo referencia a las sanciones impuestas por China a nueve personas y cuatro entidades británicas en respuesta a las restricciones que el régimen consideró “unilaterales” tomadas por el Reino Unido por la represión contra la minoría étnica uigur en Xinjiang.
Las personas afectadas son los miembros del Parlamento británico Tom Tugendhat, Iain Duncan Smith, Neil O’Brien, Tim Loughton, Nusrat Ghani; los miembros de la Cámara de los Lores, David Alton y Helena Kennedy, el abogado Geoffrey Nice y la investigadora y experta en Estudios Chinos Joanne Nicola Smith Finley. Mientras que las cuatro entidades son el Grupo de Investigación de China, la Comisión de Derechos Humanos del Partido Conservador, el Tribunal Uigur y las salas del Tribunal de Essex.
A través de un comunicado, el Ejecutivo de Londres respondió a las mencionadas sanciones contra los ciudadanos y entidades del Reino Unido anunciadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores chino y señaló que “si Beijing quiere rebatir de manera creíble las acusaciones de abusos de los derechos humanos en Xinjiang, debería permitir que el Alto Comisionado para los derechos humanos de la ONU tenga un acceso completo para verificar la verdad”.
En los últimos días han aumentado las tensiones entre el bloque occidental y el gigante asiático a través del intercambio de sanciones y críticas entre ambas partes por la supuesta violación de los derechos humanos en Xinjiang.
Estados Unidos calificó, en varias ocasiones, como “genocidio” los actos de China sobre los uigures, de origen turco y religión musulmana, y otros grupos minoritarios que residen en Xinjiang.
China rechaza las acusaciones vertidas sobre represión o genocidio contra los uigures. En particular, niega la existencia de campos de detención y asegura que se trata de instalaciones para la formación vocacional y para erradicar el extremismo islámico y el separatismo.
(Con información de EFE y Europa Press)
Fuente: Infobae