Elisa Carrió está entusiasmada. El tenso vínculo con el Gobierno con el que terminó el 2018 contrasta por estos días con el 25 aniversario de su elección como convencional constituyente, en 1994, que la tiene de buen humor.
La líder de la Coalición Cívica está instalada desde el comienzo del año en la casa que alquila en Exaltación de la Cruz, en territorio bonaerense, y que ya está en condiciones de abandonar: la enorme casona que ella misma craneó a pocos metros del lugar, que tardó años en construir y que cuenta con una generosa pileta ya está para ser habitada.
Nadie sabe, sin embargo, si la mudanza será inminente. La diputada ocupa buena parte de su tiempo en la redacción, a cargo de dos jóvenes que la visitan con frecuencia, del nuevo libro que podría ver la luz después del verano y que recopilará muchos de sus discursos e intervenciones en el Congreso.
En paralelo, Carrió analiza la agenda del Gobierno, en especial los últimos anuncios vinculados con la seguridad, que tuvieron a Patricia Bullrich en el centro de la escena.
«Lilita» y la ministra tuvieron chispazos a principios de diciembre, después de que la funcionaria oficializara el protocolo del uso de armas de fuego paras las fuerzas federales, cuestionado en duros términos por la Coalición Cívica.
«Yo sé que cuando me enfrenté a la posición de la ministra Bullrich estaba perdiendo votos. Después los recupero. Y además como no me someto más a elecciones…», había dicho días después, el sábado 15 de diciembre, en el discurso de asunción de autoridades de la CC.
Este verano, la diputada está más relajada. Aunque en su entorno están expectantes por la reaparición televisiva que, de no mediar imprevistos, tendrá este miércoles por la noche en el programa «A dos voces», en TN.
Este lunes, Carrió avaló desde las redes sociales el impulso al régimen penal juvenil que la Casa Rosada promovió en estos días y que intentaría llevar al Congreso en febrero, en sesiones extraordinarias. Resaltó los tuits del legislador Maximiliano Ferraro, flamante presidente de la CC, y del diputado Juan Manuel López, que recordaron un proyecto similar del 2002 de la diputada junto a Laura Musa, María América González, Héctor Polino, Alfredo Bravo y Alberto Piccinini.
«Miramos con cuidado las propuestas en materia de seguridad, vamos a ser muy responsables. Estamos a favor del régimen penal juvenil, nos garantizaremos de que la ley sea buena», explicaron desde el bloque de la CC en Diputados.
La compra de las pistolas no letales de descarga eléctrica, conocidas como «Taser», y el endurecimiento de la política migratoria respecto de los extranjeros que cometan delitos también están bajo análisis de la Coalición Cívica. Carrió, por ahora, no dio demasiados indicios en ese sentido.
Aunque aún no está agendado formalmente, la diputada y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, podrían encontrarse en los próximos días. En eso habían quedado hacia fin de año, después de semanas de chispazos entre la principal socia de Mauricio Macri y la Casa Rosada.
Con el Presidente, por caso, no hay previsto por ahora ninguna reunión, a pesar de los intentos de parte del entorno presidencial de acercar posiciones: estuvieron a punto de cenar en Olivos, pero la cita falló por problemas de agenda. A los pocos días, en vísperas de la Navidad, Macri partió junto a su familia hacia Villa La Angostura, donde descansa hasta la semana próxima.
El Presidente, incluso, no llamó a «Lilita» para su cumpleaños, el 26 de diciembre.Solo le envió un saludo a través de un mensaje de Juliana Awada. La diputada, que este año hará campaña en todo el país, le restó importancia.
