La «Cuna de Poetas y Cantores» transitó una mañana diferente ya que se le dio el último adiós a una referente de la historia y la cultura de La Banda. Una mujer que supo ganarse el respeto y un lugar de privilegio, la profesora Lidia Esther Grana de Manfredi.
Mientras se desarrollaba la ceremonia de despedida, el brillo del sol hacía reflejar las lágrimas de sus seres queridos y aquellos que tuvieron el privilegio de compartir parte de su vida. Se respiraba tristeza, pero el corazón de cada sabía que «Nené» dio todo lo que tenía, que no quedaban pendientes y que su herencia quedó en cada acción, en sus palabras, en cada libro.
Sus hijos Susana, Mónica, Pancho y Silvina -en un abrazo interminable- agradecieron a quienes habían orado por «Nené». «Hasta el último momento demostró su fortaleza y las ganas de vivir, luchó como lo hizo siempre y esa es la enseñanza que nos queda, la de luchar por los sueños y las cosas que consideramos buenas».
También destacaron, «ella ya tenía su lugar en el cielo, pero las oraciones de todos la ayudaron a elevarse. Nuestra promesa será cuidar ese legado inmenso que nos dejó y llenó de orgullo».
Despedida
Nora Paiola amiga personal de la escritora le dedicó un verso de José Marti, «La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida», señalando así que las palabras resumen lo que fue «Nené».
Posteriormente, el profesor Marcelo Andrada destacó que, «se dedicó a escribir la historia de La Banda los que conocemos algo es gracias a Nené porque fue una persona comprometida con su ciudad. Sus hijos deben sentirse muy orgullosos porque ha dejado huellas muy profundas, por ello no le decimos adiós porque va a seguir presente en cada espacio».
Stella Maris Zanotti, también tomó la palabra para despedir a su entrañable amiga: «Nos enseñó a muchos que no se pueda amar lo que no se conoce y esa era su desesperación por investigar y dejarle a los jóvenes de La Banda la historia de esta tierra. Su casa siempre se llenó de gente ávida de querer saber y tuvo la humildad y la gentileza de ayudar a todos. Lo poco o lo mucho que hago por la cultura me lo enseñó ella. Junto al grupo de bandeños que trabajábamos a su lado prometimos seguir con lo que quedó pendiente».
Representando al Club de Leones «Jorge Washington Ábalos», Susana Ciappino expresó: «El 30 de septiembre es una fecha muy importante para nosotros porque cumplimos años y Nené fue socia fundadora, por lo tanto fue un día de sentimientos encontrados en nuestra selva y distrito. Era un pilar fundamental para la institución. A mí me abrió las puertas de su casa, de su corazón y de su mente al saber que me hacía cargo del Museo de La Banda, se puso a disposición…».
Por su parte, José Olivieri referente de la Asociación Cultural Sanmartiniana dijo: «Soy un hijo adoptivo de La Banda. Un día Pedro Rojas me la presentó y hoy puedo decir que todo lo que he hecho, puedo hacer y seguir haciendo por las instituciones patrióticas de La Banda se lo debo a ella. Nos ha dejado la vara muy alta y nosotros nos esforzaremos para que las instituciones continúen de pie».
La profesora María Inés Lescano le dedicó una poesía de su padre, el recordado escritor Mario Lescano: ««Debiéndote tu sombra emerges de la nada, para cambiar tu nombre por la estrella lejana. Por qué de nuestros ojos escapa tu mirada, tu ser cual un meteoro tras de un mar se apaga. Noches y días vacíos, vacíos de tu alma, cuántas voces te nombran, desde el ayer te llaman. Los días compartidos, las horas apretadas , a tu costado humano, a tu visión sagrada. Porqué te fuiste hermano, hoy justo tu elocuencia se ahueca en el silencio profundo de tus manos…»
Fue el último adiós a una grande, una mujer inquieta, incansable que hizo de su humildad un estilo de vida y de su sapiencia un gran legado. ¡Gracias por tanto querida Nené Grana de Manfredi!.
