Desde antes de que empezaran a abrir los centros de votación en distintas ciudades de Rusia esta mañana, Vladimir Putin ya sabía que seguirá al frente del país por seis años más. Desde este viernes los rusos votan en unas elecciones presidenciales de tres días, marcadas por la ofensiva en Ucrania y donde no hay opositores reales por persecución y encarcelamiento.
Putin, de 71 y años y en el poder desde el año 2000 como presidente o primer ministro, busca convertir los comicios en una demostración de apoyo a su ofensiva militar en Ucrania, que el mes pasado cumplió dos años.
El voto también se lleva a cabo en los territorios ocupados por Rusia en Ucrania y en Transnistria, un territorio separatista prorruso situado en Moldavia. Inclusive, para inflar el nivel de participación y simular una legitimidad mayor, el Kremlin permitió que los inmigrantes de Asia que están en los territorios ocupados puedan votar.
La más que probable victoria de Putin en estos comicios sin oposición real le permitirá permanecer en el poder hasta 2030, más tiempo que ningún dirigente ruso desde Catalina la Grande en el siglo XVIII.
Las elecciones, en las que Putin se enfrenta a tres candidatos que no se opusieron a su ofensiva a Ucrania ni a la represión que diezmó la disidencia, tienen lugar un mes después de la muerte en una prisión del Ártico del principal detractor del Kremlin, Alexéi Navalni.
Denuncian que las elecciones “son una farsa”
Tanto Ucrania como los gobiernos de las potencias occidentales calificaron los comicios de “farsa”. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, felicitó el viernes sarcásticamente a Putin por su “aplastante victoria”.
Con los principales oponentes de Putin muertos, en prisión o en el exilio, el resultado de la votación no deja lugar a duda. Las autoridades electorales excluyeron a los pocos candidatos de la oposición que intentaron enfrentarse a Putin.
Una encuesta estatal predijo a principios de semana que obtendría más del 80% de los votos.
Los detractores de Putin aún esperan torpedear el voto. La viuda de Navalni, Yulia Navalnaya, llamó a los votantes a congregarse ante los colegios electorales a mediodía del domingo, último día de votación, como forma de protesta.
Navalnaya, que vive en el exilio y juró continuar el combate de su fallecido esposo, llamó a los rusos a votar por cualquier candidato excepto a Putin. La fiscalía de Moscú advirtió que castigaría a los implicados en “la organización y participación de actos masivos”.
La elección marcada por la guerra
Los comicios se dan en un punto trascendental de la invasión a gran escala de Rusia a Ucrania. Esta semana, Ucrania lanzó algunos de sus mayores bombardeos contra Rusia.
El ejército ruso también afirmó el viernes que repelió múltiples incursiones de combatientes provenientes de Ucrania desde el 12 de marzo. Estos intentos de incursión fueron reivindicados por unidades rusas anti-Kremlin.
Ucrania, a su vez, aseguró que dos personas murieron en un ataque ruso con drones en la región de Vinnytsia, en el centro de Ucrania, y otra más en un bombardeo en la región meridional de Zaporiyia. En la ciudad portuaria de Odesa, en el sur, el gobernador regional dio parte de dos rescatistas muertos en un ataque ruso.
En Bélgorod, en la frontera con la exrepública soviética, un grupo de votantes tuvo que dirigirse a un refugio antiaéreo después de que las autoridades emitieran una alerta aérea, según la agencia de noticias estatal RIA Novosti.
TN