Tras el grave incidente que ocurrió durante la madrugada del sábado, en un salón de eventos -donde efectivos policiales de una comisaría del interior del departamento Banda realizaban una fiesta-, el empleado gastronómico atacado por los policías rompió el silencio.
«Jamás me pasó algo así. Hace 28 años que trabajo de esto y hace 9 que tengo este emprendimiento familiar. Toda la ciudad me conoce y nunca tuve conflictos con nadie», fue lo primero que atinó a decir Juan Pérez -nombre ficticio a pedido del damnificado-.
Según Pérez, cerca de las 6.30 cuando terminó de hacer el asado para los uniformados les pidió el dinero para abonarles a los mozos y fue entonces cuando se produjo el incidente.
Sobre el «arreglo» que había entre ellos, explicó, «yo ponía todo y les hacía el asado. Era una manera de agasajarlos por el servicio que prestan a la comunidad».
Incidentes por $250
Más tarde continuó, «pero yo les avisé que sólo tenían que poner 250 pesos para cada uno de los mozos, que eran cuatro en total. El jefe comenzó a gritar, me tiró la jarra con vino en la cara y me amenazó con meterme preso».
Juan Pérez sostuvo, «pese a todo lo que me dijo -siempre haciendo referencia al jefe- yo jamás le falté el respeto y decidí retirarme para que no pase a mayores. Nunca tuve miedo, también soy hijo de un policía y nunca me pasó algo así. Hoy por hoy yo no estoy bien».
El entrevistado dejó entrever que los uniformados no lo agredieron, «solamente fueron las agresiones verbales y las amenazas. Me trató de sinvergüenza».
El hombre se mostró consternado por la situación, ya que es un a persona conocida en la zona por su trabajo.
Fuente: el liberal.