En la actualidad, la gran cantidad de posibilidades que nos ofrece la tecnología han facilitado mucho la tarea de emprender. Miles de nuevos espacios comerciales han encontrado en la virtualidad la oportunidad de crecer y potenciarse.
Con el confinamiento producto de la pandemia de COVID-19, incluso la mayoría de los emprendimientos ya existentes de manera física se han expandido hacia el mundo virtual, con la apertura de páginas web y tiendas virtuales.
Por eso, en esta ocasión repasamos algunas de las ventajas más importantes de este tipo de comercio, accesible para cualquier persona con un dispositivo digital y acceso a internet.
Facilidad de comienzo
Anteriormente, la creación de nuevos emprendimientos llevaba aparejada la necesidad de una gran inversión. El alquiler de un local comercial, en primer lugar, era el gasto más grande, incluyendo la contratación de un seguro de caución.
A su vez, se debía realizar una habilitación del comercio, que también comportaba un gasto importante. La virtualidad elimina todos esos gastos y nos recorta el componente de riesgo que implicaba el comienzo de un negocio.
Ampliación del mercado
La virtualidad permite que los emprendedores puedan trabajar a gran escala geográfica, ya que no cuentan con la limitación de un local físico. Con la logística apropiada, se pueden enviar productos a todo el mundo.
A su vez, tampoco dependen de un público que circule frente al local comercial. Gracias a la virtualidad, el mercado se amplía hacia cualquier persona con un dispositivo que tenga acceso a internet, en cualquier parte del mundo.
Nuevas formas de trabajo
Los emprendimientos virtuales posibilitan la flexibilización laboral, gracias al almacenamiento de datos en la nube. El teletrabajo y el trabajo a distancia nos permiten vincularnos no solo entre trabajadores sino también con proveedores y clientes de una forma novedosa.
A su vez, surgen nuevos nichos de mercado a raíz de la virtualización. Los servicios enmarcados en la llamada “Economía del conocimiento” son altamente demandados, tanto en nuestro país como a nivel internacional.
Publicidad a gran nivel
Otra gran ventaja del emprendedurismo virtual es la posibilidad de incursionar en nuevos modos de publicitar nuestro trabajo. Las redes sociales y los anuncios de Google se han convertido en el ámbito prioritario de focalización de publicidad hoy en día.
Podemos contratar una agencia de comunicación y marketing que nos realice un programa de publicidad virtual, por ejemplo. Si queremos aventurarnos y realizarlo nosotros mismos, hay muchísimos cursos y formaciones al respecto.
Flexibilidad horaria
A diferencia de un horario comercial tradicional, el comercio virtual nos permite manejar una flexibilidad horaria muy conveniente. Podemos responder consultas y mensajes de manera casi instantánea, gracias a las aplicaciones digitales.
En cuanto a las tiendas virtuales, están disponibles para su utilización las 24 horas del día, lo que nos permite incluso llegar a personas que vivan en lugares con diferentes horarios. Podemos programar respuestas automáticas a las compras para evitar estar pendientes todo el tiempo.
En resumen, emprender un comercio de manera digital es una tendencia creciente que ofrece grandes ventajas y posibilidades de crecimiento.
