A Banfield no hay motivación que lo saque de su pésimo momento futbolístico. Si bien el “Taladro” mejoró desde el juego, volvió a perder y sigue último en torneo sin haber marcado un gol. La llegada de La Volpe como entrenador invitó a entusiasmarse aunque el experimentado entrenador tendrá que trabajar otros aspectos, además del anímico para salir de esta situación.
Todo lo contrario le sucede a Arsenal que, luego de clasificarse a octavos de final en la Copa Sudamericana entre semana, logró tres puntos vitales en su lucha por alejarse de los puestos del descenso. Además, con siete puntos se acomodó en la tabla de posiciones y todavía se mantiene expectante.
En líneas generales el encuentro no fue muy entretenido aunque por el empeño que le puso Banfield en la etapa final, el partido se tornó emotivo. La primera tuvo un gol tempranero y a partir de ahí los planes previos cambiaron por completo. El gol de Emilio Zelaya para Arsenal a los seis minutos fue más que un baldazo de agua fría en un Banfield que lo padeció hasta el minuto final. La bronca de La Volpe en el banco era lógica debido a que la apertura del marcador llegó por una distracción de la defensa que se vio sorprendida por un pelotazo preciso de Campestrini casi de arco a arco. Luego de un rebote de Lucchetti, apreció el ex Rosario Central para empujarla.
La segunda etapa fue un poco mejor el “Taladro” quien se apoderó del balón y comenzó a tener más claridad en sus llegadas. Sin embargo, el equipo de Ricardo La Volpe pecó en los metros finales y no pudo convertir. Los últimos 10 minutos fueron todos de Banfield, pero no hubo caso, el gol se hace rogar. Por lo hecho en esta etapa, un empate no hubiese estado mal para un encuentro que se repartió un tiempo para cada uno. En definitiva fue victoria para Arsenal y otro golpe duro para Banfield que sigue hundido en el fondo.
La figura del partido fue Lisandro López. El defensor prácticamente anuló al único atacante que tuvo Banfield, como fue «Chicky» Ferreyra. En el segundo tiempo cuando el «Taladro» atacaba con dos, mostró solidez y nunca se complicó.
