«En esta tierra hay Carabajal para rato»

Es que la dinastía santiagueña de la chacarera es una patria federal en sí misma que, a pesar de no tocar juntos hace años, su andar es paralelo y cada vez que la sangre o los compromisos lo requieren, lo hacen. Además, como si fueran una escuela – lo son y con sello propio-, las jóvenes generaciones, hijos, hermanos, primos y sobrinos, todos están abocados a la música. Como el caso de Raúl “Demi” Carabajal, el hermano menor de Peteco que aún cuando quiso “torcer” su destino para dedicarse al fútbol profesional, debió dejar la pelota por una lesión grave y eligió volver a su primer amor y se convirtió en el baterista de Peteco y en compositor. Hoy, a los 39 años y con dos discos solista –“Bajo el cielo Santiagueño” (2007) y “Más de mi” (2011), Demi se presentará por segunda vez en la ciudad acompañado del tucumano radicado en la provincia Ernesto Guevara para lanzar un repertorio de 30 canciones con composiciones de ambos artistas y algunas que han sido preparadas en estos últimos días, de la mano del encuentro y la improvisación. “Estamos en un buen momento compositivo –dirán también a dúo-. Por eso es muy probable que el año que viene saquemos un disco en conjunto”. Además, y sin poder “obviar” la historia de los Carabajal y otros que forjaron el folklore, los músicos harán un repaso por algunos clásicos del folklore santiagueño.

Más carrera solista
Demi, que comenzó a recorrer escenarios a los 16 años con Cuti y Roberto Carabajal, acaba de lanzar su segundo disco solista el pasado 3 de diciembre junto a su banda integrada por Rodrigo Machuca en bajo, Martina Ulrich, su mujer, en batería y coros y Pampi Torre en guitarra. “’Más de mi’ fue una experiencia muy fuerte porque al disco lo hice prácticamente solo. Trabajamos un año y medio y estoy muy conforme con el sonido. Es una producción que viene a ser un repaso de muchas cosas, sobre todo del mensaje de las culturas originarias porque intenté en varios de los temas incorporar las lenguas nativas: el quechua, el aymará, el araucano y los mayas, entre otros”, destacó el Carabajal que, junto a Junto a Raly Barrionuevo, Roxana, su prima, y el “Mono” Banegas son considerados como parte de la nueva generación del folklore santiagueño.
En el disco se destacan los temas “Pueblo y Originario”, en el que participó el baterista Federico Gil Solá, “Vida” con la colaboración de Marcelo Mitre, “Canción para después”, una chacarera para los bohemios en la que se destaca Dipi Carabajal (también guitarrista de Roxana) y “Takinuna”, una canción en huayno con letra del poeta jujeño Pachi Alderete, que es un homenaje a los dioses antiguos.

Desde la sangre
Es que así son los Carabajal: le cantan a la mazamorra, al clima santiagueño, a la leche de las madres y a la danza de su pueblo. “Los santiagueños somos muy pasionales, querenciables. La querencia del santiagueño es impresionante, la añoranza, la pasión. Tengo una chacarera que dice “En las bandadas se remontan mis sueños/ de acariciarte Santiago del Estero/ y sentir que estoy vivo en tu sendero”.
Los santiagueños amamos nuestra tierra, no podemos dejar de pensarla ni de sentirla aún estando lejos. En esa tierra y el país hay Carabajal para rato. Por lo menos 100 años más para ir de siglo en siglo”, destacó el percusionista también cantante de la familia que fue récord Guinness por tocar 40 horas de chacareras sin interrupción. “Los mayores han sido muy importantes en nuestra vida ya que hace más de 50 años vienen tocando y nos han hecho más fáciles las puertas para quienes defendemos la música de nuestra provincia. Santiago es un semillero importantísimo de músicos de folclore y los más chicos ya están empezando a dar sus pasos. Benicio Carabajal, el hijo menor de Peteco, viene a mi casa y se pone a tocar la batería. Homero, el otro hijo, por su parte, ya compone sus canciones”, concluyó no sin antes adelantar que el año que viene saldrá de gira con el nuevo y tercer disco bajo el brazo y, esperemos, regrese a la ciudad.

Fuente: http://www.lmneuquen.com.ar/