En junio se realizará un seminario sobre Fe y Política

Del 5 al 7 de junio de 2015, en el Instituto Superior Jesús El Maestro de esta ciudad, se desarrollará un seminario latinoamericano cuya temática principal será Fe y Política: Pueblo y Emancipación. En la oportunidad disertarán  Carlos Accaputo (operador político de Bergoglio); Ruben Dri; Fortunato Malimacci; el teólogo Marcelo Barros y el cubano Luis Carlos Marrero.

Al respecto el licenciado Diego Ramos comentó, «hemos comenzado este año, en el marco de Beatificación de Oscar Romero, con los talleres de fe política en algunas comunidades y lo vamos a extender en los colegios y en distintos espacios religiosos. Será un trabajo regional (NOA)  para encontrarnos en junio (5, 6 y 7) en un seminario latinoamericano sobre esta temática en el Instituto Superior Jesús El Maestro de La Banda».

Agregó, «queremos que en este seminario sea la política la que interrogue a los hombres y mujeres  de fe,  que interrogue a la teología,  a  las  praxis  de  las  comunidades  e instituciones religiosas, un trabajo donde se aborde la mediación; (categoría teológica) a partir de ciertos interrogantes: ¿Cuál es la mediación histórica política en dónde hacen pie? ¿Se hace pie? y en caso afirmativo, qué tipo de mediación histórica política adhieren y bajo qué criterios y herramientas…. a su vez, que estos interrogantes se abran como posibilidades en visualizar a la política como liberadora en sí misma, como así también sus pretensiones de bondad y de justicia, pero que en definitiva responde a un acto de fe».

A la vez especificó, «el seminario de fe y política responde a una necesidad ya planteada hace muchos años por hombres y mujeres de fe que siguiendo los pasos de Jesús,  han comprendido que fe y política no pueden ir por separado».

«La fe tiene que ver con Dios y su revelación,está dentro de la sociedad y es uno de los factores creadores de opinión y de decisión yse materializa sobre dos ejes, el eje de la religión y el eje de la política», amplió.

Por otra parte consignó, «el laico es miembro de un pueblo y de una comunidad cristiana. Es un ciudadano cualificado por la fe y por la militancia. Iluminado por su fe puede y debe hacer política partidaria,  pero, entre otras cosas, en una política partidaria orientada hacia el campo popular, emancipatorias y participativa que  son praxis que se aproximan al proyecto de Dios de justicia y libertad, por lo tanto, fe y política es el desafío constante en la formación de un sujeto en clave de “fraternidad política” para los espacios partidarios políticos que han invitado a construir una política con P mayúscula, significando una búsqueda común del bien común».

Ramos agregó, «es  necesario  recuperar  la  fraternidad como categoría  política, no se puede negar que el concepto de fraternidad tiene poderosas raíces cristianas, y su raíz profunda en ella, impide (aun en la actualidad) ser reconocida en la dimensión política; es decir, quea  partir  de  un  tipo  fraternidad  concebida  solo  con  actitudes  solidarias  no puede ser política.  La  historia  de  la  fraternidad  nos  dice  que  su  reconocimiento  dentro  de  la dimensión política no resultó nada sencillo en el proceso revolucionario Francés por estaraíz  cristiana  que  carga.  La  fraternidad  tuvo  su  tiempo,  su  proceso,  su  lucha  y  su conquista: Buscó ser política y de este modo (en la revolución política francesa) la fraternidad entró para ser parte de los principios revolucionarios: libertad, igualdad y fraternidad».

En cuanto al objetivo general expresó, «queremos realizar un trabajo regional en las experiencias de fe de hombre y mujeres para ubicaren  ellas  las  mediaciones  analíticas  y  los  instrumentos  políticos  necesarios  para  la formación de un sujeto de fe desde la fraternidad política».

Y los objetivo específicos son: establecer  y  fortalecer  herramientas  para  la  conformación  de  espacios  de formación política participativa  en los ámbitos de fe y de religiosidad popular en la región; identificar teorías dominantes, contraponerlas y recrearlas en nuevas teorías desde una epistemología y una pedagogía política del sur; e interrogar  desde  las ciencias políticas a las teologías  emancipadoras  sobre sus mediaciones histórica y epocales.