“Se trata de nuestra recuperación. Se trata de lo que tenemos que hacer para recuperar la ciudad de Nueva York. Se trata de mantener a las personas a salvo”, afirmó de Blasio.
Si bien la vacunación no será obligatoria, con esta medida los funcionarios esperan que los inconvenientes y la incomodidad de las pruebas semanales convenzan a muchos de superar la renuencia a vacunarse.
La fecha límite del 13 de septiembre coincide con el inicio de la escuela pública, cuando el alcalde demócrata dijo que espera que todos los alumnos estén en las aulas a tiempo completo.
“Mi mensaje para el sector privado es: vaya tan lejos como pueda ahora. Recomiendo encarecidamente un mandato de vacunación siempre que sea posible, o lo más cerca posible», dijo el alcalde de Nueva York donde insistió a los empleadores privados a adoptar reglas similares este lunes.
De Blasio aseguró que no planea volver a imponer el uso de tapabocas en espacios cerrados, tal como hizo el condado de Los Ángeles, aunque destacó que sí se deben usar en algunos entornos como el transporte público.
Estados Unidos contabiliza un total de 34,45 contagios de coronavirus y más de 610.900 fallecidos a causa de la enfermedad desde el inicio de la pandemia. Hasta el momento, al menos el 56,8% de la población recibió al menos la primera dosis, mientras que el 49,1% completó la pauta. De los vacunados, el grupo etario mayor de 65 años es el más receptivo a la vacunación (89,5% con al menos una dosis).
Los estados más reticentes a la vacunación son Idaho y Wyoming (noroeste del país), y los estados del sureste como Arkansas, Louisiana, Tensessee, Mississipi, Alabama, Georgia y Carolina del Sur.
Los estados con mayor receptividad a la vacuna son Nueva York, Vermont, Maine, Massachusets, Connecticut, Nueva Jersey, Mariland, Nueva México y Washington.
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