La continuidad de las restricciones a las exportaciones de carne vacuna agudizó la problemática de los trabajadores y del sector cárnico. El titular del Sindicato de la Carne de Santa Fe, Daniel Roa, advirtió que son 150 los trabajadores despedidos en dicha provincia y peligran 10 mil fuentes de trabajo. En ese territorio del país hay más de 20.000 productores ganaderos y más de 90 plantas frigoríficas integradas en vacunos de exportación, cerdos, carme aviar y ovinos.
Hasta el 31 de agosto, según las expresiones de Roa a este medio, había un compromiso del sector empresario con los gremios de que no se iba a despedir personal y se sostenían las fuentes de trabajo, más allá de la pérdida en masa salarial por parte de los trabajadores desde hace 90 días. “Veníamos cobrando el 60 por ciento del salario, se redujeron turnos y la realidad marcaba que la producción que teníamos cinco semanas de faena, y en la mayoría de los frigoríficos estamos faenando cuatro días”, dijo el representante de los trabajadores.
El miércoles 1° de septiembre el sindicato denunció que trabajadores de los frigoríficos Recreo, de la localidad homónima, Rafael Alimentos de Casilda y Black Bamboo de Venado Tuerto no pudieron entrar a sus puestos de trabajo. Según relataron, por la caída en la actividad no había insumos suficientes para faenar. Son unos 150 trabajadores los afectados y, según el sindicato, tampoco hoy pudieron entrar a trabajar. Hay que recordar que en 2006 cuando se aplicó la misma medida de restricciones a las exportaciones de carne vacuna, se perdieron más de 15 mil fuentes de trabajo.
“La medida fracasó y hay que revisarla, ya que tenía como principal objetivo bajar el precio de la carne y que haya más oferta, algo que no sucedió”, señaló Roa a Infobae. Y además precisó: “Hoy nos encontramos sin nuestro puesto de laburo, y la situación se agudizará mientras vaya pasando el tiempo si no se modifica la resolución vigente, y se permiten otras propuestas y alternativas que venimos planteando desde que comenzaron las restricciones a exportar”.
En ese sentido, el titular del gremio de la carne de Santa Fe reclamó al Gobierno nacional no solamente que se revise la medida, sino también que se implemente una ampliación del cupo de exportación, contemplando a las categorías de vaca conserva y manufactura, que son cortes cárnicos que no se consumen en el mercado interno y hay mercados externos que los demandan, como es el caso de China.
“Ojalá que se contemple el pedido que estamos realizando, y sino lamentablemente lo que también entendemos que ante la pérdida de los puestos de trabajo, los ministros que firmaron la Resolución, tanto Luis Basterra como Matías Kulfas, renuncien a sus cargos y den la posibilidad a otros técnicos del espacio político que sean pro productivos, pro trabajo y pro economías regionales. No podemos seguir sosteniendo una política que fracasó, en materia económica y política. Me extraña de Luis Basterra que viniendo del interior que sabe el potencial económico que genera el laburo de todas estas actividades en todo el país”, señaló.
El titular del Sindicato de la carne de Santa Fe, por otro lado, planteó que el cepo a la exportación de carne vacuna, no logró hacer bajar el precio al consumidor, más allá de la leve estabilización de julio pasado. Al respecto, sostuvo: “Hoy es difícil que la población pueda conseguir la carne a precios accesibles en las carnicerías de los barrios, donde ponen los precios baratos en las grandes cadenas de supermercados y para llegar a esos lugares hay que tomarse dos colectivos o tomar un tren y gastar 300 pesos en viaje y perder varias horas para comprar carne más barata. En un país ganadero donde hay que hacer fila para acceder a una promoción de carne, me parece que la medida del Gobierno no funcionó”.
Por su parte, el Secretario General del Sindicato del Personal de Frigoríficos de Carnes de Capital Federal y Gran Buenos Aires, Gabriel Vallejos, en conversación con este medio coincidió con su par de Santa Fe al comentar que la situación actual “es complicada”, y donde reconoció que comenzaron a registrarse “despidos por goteo, aunque los mismos no son masivos y los trabajadores siguen sufriendo la reducción de sus salarios de entre un 40 y 50%”.
“Lamentamos mucho que suceda todo esto. El Gobierno no ha contemplado a los trabajadores de los frigoríficos al momento de aplicar la medida, que son los más damnificados. Ojalá que no lleguemos a la situación de 2006 y 2008 donde cerraron plantas frigoríficas y se perdieron fuentes de trabajo”, concluyó.