El cuerpo de un ciudadano colombiano de 30 años que había sido secuestrado el martes 12 de abril por la tarde, fue hallado calcinado en la localidad santafesina de Venado Tuerto. Por el hecho la policía detuvo a cuatro sospechosos, uno de los cuales confesó el crimen.
La víctima fue identificada como Giovani León Herrera. El pedido de un millón de pesos para liberar al rehén fue realizado anoche a su hermana a través de una llamada telefónica.
En un primer momento, la mujer pensó que se trataba de una estafa telefónica y no le dio demasiada importancia a la comunicación, hasta que pasaron las horas y decidió hacer la denuncia policial.
Según informó el diario La Capital, al hombre lo “levantaron” en su propia moto y lo llevaron hasta un lugar desde donde hicieron el pedido de rescate. Se desconocen aún los motivos, pero poco después los delincuentes asfixiaron a la víctima.
Posteriormente, el cuerpo fue llevado hasta las calles Esteban Maradona y Chaco. Allí depositaron el cadáver, que fue encontrado este miércoles por la mañana.
Según los investigadores, los secuestradores contaban con el dato de que la hermana de Herrera es prestamista por lo que presumen le pidieron el dinero en efectivo.
La investigación quedó a cargo del fiscal Iván Raposo, quien en primera instancia ordenó una serie de operativos para dar con la víctima del secuestro.
En ese marco, se montó un control policial en el que detuvieron a un motociclista para pedirle la documentación del vehículo en la zona de San Eduardo, en las afueras de Venado Tuerto.
Al notar que el conductor no contaba con los papeles, le pidieron un informe del rodado, y así descubrieron que se trataba de una moto robada y que su dueño era Herrera.
Ante esta situación, los policías detuvieron al motociclista. Fue a partir de sus dichos que el fiscal dispuso allanar dos viviendas ubicadas en calles España y Almafuerte, de Venado Tuerto, donde encontraron una escopeta y un revólver calibre 32.
Además, en esos lugares se encontraban tres personas que fueron detenidas. Uno de estos sospechosos confesó haber asfixiado a Herrera y también indicó que había descartado el cadáver en un camino rural situado en Chaco y Esteban Maradona.
Con estos datos, el personal policial se dirigió al sitio señalado y finalmente halló el cuerpo calcinado sobre dos neumáticos prendidos fuego. A pesar de que faltan los resultados finales de la autopsia, las pruebas preliminares arrojaron que Herrera aparentemente murió por asfixia en su lugar de cautiverio.
A su vez, los investigadores creen que en el secuestro y crimen participó otro sospechoso, también de nacionalidad colombiana, que sería el autor intelectual del hecho y ya no se encontraría en Argentina, sino en su país natal.
Fuente: tn