Ninguno de los huevos que le fueron arrojados a Carlos y su esposa impactaron en ellos. En respuesta al ataque, la gente que se había acercado a saludar al rey comenzó a vitorear frases como «Dios salve al rey» y «debería darte vergüenza».
Mientras el rey y Camilla saludaban a los que se acercaron a verlos, múltiples huevos pasaron muy cerca de ellos. Carlos continuó estrechando las manos de la gente y se detuvo un momento a ver las cascaras que habían chocado contra el piso, antes de que la seguridad los retirará del lugar.
El rey y la reina consorte visitaron York para revelar una estatua de Isabel II, la primera desde su fallecimiento. El arzobispo de la ciudad, Stephen Cottrell, aseguró que el incidente no evitará que la pareja real se siga acercando a la gente: «Aquellos cuyas vidas son públicas suelen estar en una posición más vulnerable, pero ni el rey ni la reina creen que debamos vivir en un mundo donde nos impiden juntarnos con otros. Hoy a la tarde ya estaban charlando con gente de nuevo así que no creo que se sientan afectados».
Ámbito