El Gobierno eslovaco anunció un confinamiento parcial de dos semanas a partir de este jueves, con los restaurantes y los comercios que no son esenciales cerrados, aunque las escuelas permanecerán abiertas, en medio de un récord de contagios de coronavirus y un colapso de su sistema de salud.
«El gobierno aprobó un confinamiento para las dos próximas semanas», declaró el ministro de Economía, Richard Sulik, a la prensa.
«Volveremos a evaluar la situación dentro de 10 días», agregó, en un momento en que el país se enfrenta a una violenta ola de contagios de la Covid-19.
Con algunas excepciones, los habitantes de este país europeo solo podrán salir de su casa durante la noche, entre la 1 y las 5 de la mañana.
«Las escuelas serán las últimas en cerrar. Queremos que sigan abiertas. También estamos a favor de que los test en las escuelas sean obligatorios», precisó Sulik, según informó la agencia de noticias AFP.
La administración del primer ministro eslovaco, Eduard Heger, aprobó también el estado de emergencia en todo el país durante 90 días.
«No importa lo que apruebe el Gobierno, siempre habrá un grupo que no esté satisfecho. Soy consciente de eso, pero mi trabajo no es encontrar un compromiso, sino proteger vidas «, dijo Heger, según informó la agencia de noticias Europa Press.
«Todos pagamos por aquellos que rechazan las vacunas», se lamentó el primer ministro.
Eslovaquia informó por primera vez más 10.000 casos diarios de coronavirus, cinco días después del anterior récord, situación que motivó al Gobierno eslovaco a imponer un confinamiento a nivel nacional con el objetivo de controlar el creciente rebrote.
Con Europa, y especialmente Europa Central como nuevo epicentro de la pandemia, el Ministerio de Salud eslovaco dijo que registró 10.315 positivos en las últimas 24 horas, más de 1.000 contagios más que el récord anterior, del viernes pasado.
Con 13.080 infecciones en los últimos siete días por cada millón de personas, la montañosa nación de la Unión Europea (UE) de 5,5 millones se enfrenta a uno de los peores aumentos del mundo y a un colapso de su sistema de salud.
Inspirado en su vecino Austria, el Gobierno eslovaco decidió el cierre nacional, con el respaldo de la presidenta Zuzana Caputova, que lo calificó de «inevitable».
«Estamos perdiendo la batalla contra la Covid-19», sostuvo este martes Caputova tras visitar un gran hospital en la ciudad capital de Bratislava, donde dijo que vio cosas «trágicas y horribles».
La situación sanitaria de Eslovaquia pende de un hilo. El país cuenta con 3.000 camas para estados críticos y acumula 3.200 pacientes hospitalizados, de modo que el país podría verse obligado a buscar ayuda en otros países europeos.
El Ministerio de Salud advirtió que casi el 83% de los pacientes no tiene la pauta completa o directamente no está vacunado.
Jan Mikas, el principal funcionario del Gobierno que lidera la respuesta del país a la pandemia, sostuvo que «la única solución es restringir el movimiento» y que las nuevas restricciones deberían afectar a todos, tanto a las personas no vacunadas como a las vacunadas, informó la agencia de noticias eslovaca TASR.
Con un 45,7%, la tasa de vacunación de Eslovaquia es una de las más bajas de la UE, muy por debajo del 65% de promedio de todo el bloque.
Las autoridades sanitarias notificaron este miércoles 10.315 nuevos contagios y 71 fallecidos en las últimas 24 horas.
Desde el inicio de la pandemia, Eslovaquia registró 631.738 casos de virus y 14.056 decesos a causa de la Covid-19.
Fuente: telam