Con la curva de la pandemia aplanada, aunque no en descenso, este lunes España levantó la paralización de dos semanas a la actividad económica en algunos sectores no esenciales, con lo que cientos de miles de trabajadores comenzaron a reincorporarse a sus puestos. Ante la reactivación del movimiento en las calles, el gobierno inició el reparto gratuito de 10 millones de mascarillas.
El gobierno recomienda ahora el uso de tapabocas entre las personas que empleen el transporte público para ir a trabajar, ya que en los autobuses y en el metro no siempre se puede garantizar la distancia de social entre los viajeros.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, había anunciado que del lunes al miércoles las fuerzas de seguridad y voluntarios de Protección Civil distribuirán las 10 millones de unidades en los accesos de metro y trenes de cercanías, así como en los “principales nodos de transporte público”. La mascarilla “es recomendable, no es obligatoria”, aclaró el ministro.
Tras el inicio del operativo, el ministro reportó: “Ha habido 1.500 puntos de entrega, 4.500 agentes y voluntarios han participado en la entrega. No ha habido incidentes reseñables”.
Este lunes, el gobierno español informó un balance de 517 nuevas muertes por coronavirus, 102 menos que los informados el domingo, con lo que se retomó la tendencia a la baja luego de varias semanas de cuarentena y en la jornada en la que se reabre parcialmente la actividad económica. El total de víctimas fatales llegó a 17.489, con lo que España se mantiene como el tercer país con más fallecimientos, detrás de EEUU e Italia, según los registros oficiales de cada gobierno. En tanto, los contagios aumentaron en 3.477, para un total de 169.496.
Si bien se habilitó la apertura de miles de negocios, las autoridades siguen recomendando también el teletrabajo entre aquellos que puedan, y piden que la gente obligada a ir a su trabajo se desplace a pie o en vehículo particular, y evite el transporte público.
Pese al fin de esta “hibernación” económica, como la bautizó el gobierno, los 47 millones de españoles seguirán bajo un estricto confinamiento: solo pueden ir a trabajar o hacer actividades básicas como comprar comida o medicamentos.
Salir de casa en pareja, hacer deporte en solitario al aire libre o sacar a los niños de casa sigue estando prohibido.
“Pensamos que con esas medidas, que todavía son muy drásticas, se evitará un repunte” al reactivar la actividad económica, dijo Salvador Illa, ministro de Sanidad.
(Con información de EFE y AFP)