Según el INE, la escalada del IPC interanual hasta el 10,8% en julio se debe, principalmente, a las subidas de los precios de las viviendas, hasta el 23% a causa de los precios de la electricidad, el vestido y calzado, con un variación anual del 5,0%, y a los alimentos y bebidas no alcohólicas, que sitúa su tasa en el 13,5%, la más alta desde el comienzo de la serie, en enero de 1994, informó Europa Press.
Por su parte, los precios de los transportes cayeron tres puntos en comparación con los datos de junio, hasta el 16,2%, por el descenso del precio los carburantes y lubricantes.
En tanto, la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumentó en julio seis décimas, hasta el 6,1%, su valor más alto desde enero de 1993.
En el séptimo mes de 2022, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 10,7%, siete décimas por encima de los datos de junio.
La variación mensual del IPCA mostró un descenso del 0,6%, según los datos del INE.
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